jueves, 21 de septiembre de 2017
El Confidente
Un debate que se esconde
La muerte del ex
presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, ha abierto un interrogante en la
sociedad española. El ex banquero condenado por el juicio de las Tarjetas Black
(encausado en otros expedientes judiciales) y que tanto contribuyó a quebrar
Caja Madrid, oficialmente ha sido dado por muerto a causa de un suicidio,
algunos sin embargo, piensan que incluso pudo haber sido suicidado.
Parto de que
cualquier muerte y más si trata de un suicidio, me parece lamentable, dramática
y que no puede ni medio justificarse. No siendo favorable a la pena de muerte,
entiendo que la sociedad debe hacer que los controles funcionen y después si
alguien ha cometido un delito, se le puede condenar a muchos años de cárcel,
además de despojarle de todo su patrimonio.
En cualquier caso,
lo que más me llama la atención de este asunto, es que el debate se abra sobre
la certeza o no de un suicidio y en cambio no se abra, sobre el suicidio en general. En nuestra sociedad, el suicidio
es algo así como un tema tabú, sobre el que se evita hablar siquiera, quizás
pretendiendo borrar el hecho de nuestro ámbito social. Pero el suicidio
lamentablemente existe.
En España, el número
de suicidios alcanzó su tasa más alta en el año 2008, cuando su número superó al
de las muertes en carretera. En esta estadística aparecen 3.021 muertes en
carretera, frente a las 3.421 fallecidas en un suicidio; de este total un 22%
son mujeres y un 78% son hombres. Actualmente esta estadística ha aumentado y
está ya, en una media de 10 personas al día, es decir 3.600 al año.
Puede que las graves
situaciones adversas que provocó la crisis en muchos hogares, fuera el
detonante para llegar a tan alta cota, pero lo cierto es que la tasa de
suicidios en nuestro país ya venía siendo alta. Desde este punto de partida al
menos, habría que preguntarse porque la clase legislativa esconde la cabeza
ante el fenómeno del suicidio. O cómo se puede explicar que oficialmente no
haya estudios, que permitan sacar conclusiones médicas tendentes a reducir el
número de suicidios. Si nuestro sistema político es capaz de financiar, por
ejemplo, estudios sobre políticas de igualdad, o de pagar carísimos estudios
sobre unas desaladoras que nunca han existido, con más motivo tendrían que
poderse financiar estudios médicos para prevenir el suicidio.
Lo que no es
aceptable de ninguna de las maneras, es cada vez que desgraciadamente surge un
caso, se acabe intentando evitar el debate, en base a que era voluntad del
suicidado, o que en Japón la tasa de suicidio es muchísimo más alta, por
ejemplo. De la misma manera que existe una normativa legal para intentar
prevenir víctimas en accidentes de tráfico, debería implantarse medidas para
detectar y por tanto prevenir, el suicidio, o dicho en otras palabras, para difundir
un protocolo que permita detectar un posible candidato entre su entorno social
o familiar, a fin de que psicólogos (por ejemplo) saquen al candidato de la vía
muerta en la que erróneamente ha entrado.
Etiquetas: udebatqescibd
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