miércoles, 7 de junio de 2017
Diario de a bordo
Una
cosa es ir a por lana y otra, regresar con ella
Podemos llevaba seis meses
amenazando con su performance estrella: la moción de censura contra Mariano Rajoy.
Pablo Iglesias estuvo esperando para presentarla, a que el PSOE hiciera unas
primarias que ganó Pedro Sánchez, cuando muchos pensábamos que, a estas alturas
de la película, Sánchez estaría ya descabalgado de la escena política.
Equivocados estábamos. Sánchez carecía de un plan B que guiara su futuro. Por
tanto, tuvo que reinventarse y esforzarse en su plan A. Otra cosa puede ser, lo
que ocurra al final de la escapada.
Al
ver Iglesias, que Sánchez volvía a su silla de Secretario General del PSOE,
presentó la moción designándose a si mismo como candidato.
Al
poco, Sánchez se desentendió de dar su apoyo a la moción de censura, con lo
cual Iglesias se ha quedado sólo ante el peligro. Digamos que Iglesias y de
momento, se presentará ante todos como el instigador de una moción de censura
que ya nació estéril. En el mejor de los casos, todo puede quedar como una
moción que no se ajusta al guion constitucional de plantear un cambio
gubernamental y presidencial, sino que puede quedar únicamente, como una moción
para criticar a Rajoy, algo que por otra parte no resulta ninguna novedad, ya viene
haciendo día a día. Al fin y al cabo, desgraciadamente, la corrupción en la
democracia española no es ninguna novedad.
Parece
extraño, que un politólogo desconozca que el espíritu de la moción de censura
tal y como está planteada en nuestra Constitución, no es tanto si se gana o no
la moción (que casi siempre se pierde), sino si se gana o se pierde, el debate
que todo ello origina.
Podemos
tiene cinco millones de votos; eso nadie lo niega, pero me gustaría que estos
votantes me explicaran por lo menos, cómo justifican que el circo mediático de
Podemos, puede llegar a solucionar los problemas de los ciudadanos.
Últimamente,
se han publicado unas encuestas donde Podemos está bajando en intención de
voto; sin embargo, serán más interesantes las encuestas que se realicen después
de la moción de censura.
Sólo
un último apunte: en su día, Hernández Mancha, en aquel momento líder de
Alianza Popular, presentó una moción de censura contra Felipe González.
Hernández perdió la votación, pero también perdió el debate de una forma
desastrosa. En pocas palabras hizo un gran ridículo y poco tiempo después, AP
cambió de líder. Si se acaban dando estos parámetros, Iglesias podría acabar siendo
muy cuestionado. A esto se llama, ir a por lana y salir trasquilado. Veremos.
Mijail
Etiquetas: iraporlana
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