lunes, 9 de enero de 2017
Diario de a bordo
La
casta de los morados
En enero de
2014 se presentó en España un nuevo partido político llamado “Podemos”,
emulando al “Yes, we can” (Nosotros
podemos) de Obama en 2008.
El nuevo
partido no comenzaba de cero, sino que había nacido de, y estaba respaldado por,
el Movimiento de los Indignados del 15-M. Eran gente joven que exhibían en todo
momento una aureola de pureza política, de seriedad humana y de justeza social
de las que emanaban buenas intenciones (si bien nunca se ofrecieron soluciones
concretas, ni las hemos visto en Ayuntamientos donde gobiernan).
Quizás fue
por ello, por este atisbo de esperanza, pero también por el cansancio de la
partitocrácia, unido a los desengaños con los que nos han obsequiado los
partidos clásicos, lo que hizo que en mayo de 2014 obtuvieran cinco escaños en unas
elecciones europeas, cuando ni siquiera los habían soñado.
Desde
entonces han presentado candidaturas en todas las elecciones que se han
celebrado en nuestro país, obteniendo buenos resultados. De la misma manera, han
arrastrado consigo un número considerable de escándalos a todos los niveles,
desde un indisimulado egocentrismo tirano por parte de su líder, cesando de sus
cargos a sus subordinados en el momento que han mostrado discrepancias con él,
hasta descubrirse unos cobros, por parte de las principales personas de la
cúpula y que a todas luces pareciendo indebidos, no han sido reintegrados por
parte de la formación.
Hasta aquí,
hay quien piensa aquello de “a
nadie amarga un dulce”. Otros no
coincidentes con los primeros, pensamos que en definitiva estos chicos no son
sino unos “fantasmas” más del montón.
Pero vayamos
a la hemeroteca, vayamos:
En
17-11-2014, El Mundo publicaba el siguiente titular: “Errejón cobra 1.825 euros por un trabajo al que apenas se dedica”.
El
21-1-2015, el País publicaba: “Monedero
cobró 425.000 euros por asesorar a Venezuela y sus socios”.
El
26-1-2015, El Mundo publicaba: “Monedero
ingresó otro millón de Venezuela desde una fundación”.
El
18-3-2016, ABC publicaba: “Irán y Venezuela patrocinaron el nacimiento de Podemos”…”los
investigadores denominan el `entramado de comunicación de Podemos´ ha ingresado
de Irán, alrededor de 700.000 euros anuales entre finales de 2012 y
2015”.
En 4-4-2016,
El Confidencial publicó: “Venezuela pagó
7 millones a Iglesias y Monedero para extender el bolivarismo”
En
23-6-2016, OK Diario publicó:”Podemos
pagó 17.000€ en sobresueldos a Bescansa a través de contratos ‘fantasma’ con la
Complutense”.
Ni que decir
tiene, que existen dudas sobre la correcta aplicación fiscal que se puede
derivar de estos cobros, tanto es así que Monedero, cuando se publicó su cobro
de 425.000 euros, corrió a ingresar en Hacienda 200.000 euros para no ser
acusado de fraude fiscal.
Pero esto,
que sin ser un asunto menor, choca con “la pureza política, la seriedad humana
y la justeza social”, nos lleva a otro plano si se quiere menos teórico, pero
no por ello menos llamativo. Y es que siendo una de las máximas de Podemos, la
de exigir “dedicar el dinero a Gasto
Social” (hace muy poco lo volvía a repetir Echenique), a estas alturas de 2017, aún no tenemos noticias de que todo ese
dineral que han cobrado, lo hayan dedicado a “Gasto Social”. ¿Y entonces qué
pasa? ¿Es que predican lo contrario de sus actos?
¿O que han
hecho con ese dinero. Lo han dedicado acaso a sus pecunios particulares, como
han hecho otros a quienes ellos acertadamente critican?
Por tanto,
perdónenme señores y señoras de Podemos, pero no puedo por menos que verlos a
ustedes como a unos “fantasmas”, como a unos vulgares pilla-dineros tal y como
Uds. califican a los demás partidos políticos, a los que Uds. llaman “casta”,
cuando Uds. son sin duda, también “casta”.
Así pues, no
intenten darnos lecciones, pues mal puede enseñar, quien no quiere aprender. Y
Uds. no quieren aprender el significado de la palabra libertad y mucho menos
aprender, el significado del concepto “cumplimiento de la ley”, aunque me temo
que conocen muy bien lo que significa, retorcerla como un alambre.
Algunos de Uds. puede que sean como dicen,
profesores de universidad; créanme que compadezco a sus alumnos.
Mijail
Etiquetas: lcastdlsmorad
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