viernes, 27 de enero de 2017

Bloc de Lletres


Ayer fui a correr 

Hoy me está pasando algo de factura... en honor a la verdad, creo que la culpa es más de ir arrastrando una pesada bolsa de deportes muy grande, que del propio entrenamiento.

No me gusta mucho correr. Este año me he aliado con un compañero: a él no le entusiasma nadar, pero le gusta correr. A mí no me entusiasma correr, pero me encanta nadar. Y nos hemos apuntado juntos a natación y a atletismo. Esperemos que la simbiosis produzca el efecto deseado (engancharnos los dos en lo que no nos emociona) y no el nocivo, ¡pasar los dos de todo!.

Así que ayer, allá fui. Estoy contenta. Es muy posible que llevara desde marzo sin correr. Y nunca se me ha dado muy bien. Pero la entrenadora dijo que media hora rodando para calentar. Me lo vi cuesta arriba, pero me dije "¿Y por qué no?".

Empezamos. Éramos este compañero y yo, solos, al principio; en la siguiente vuelta se enganchó otro. En la segunda, otros dos. Hicimos cinco vueltas todos juntos; es muy agradable ir rodando con amigos, charlando de tonterías y riendo. Pero llega un momento en que cada cual ha de saber cómo debe correr si quiere cumplir su objetivo.

Has de centrarte, encontrar tu ritmo. Si sigues con ese grupo, te puedes quemar. Se fueron, poco a poco. Y seguí corriendo sola. Has de dejar de buscar referencias fuera de ti misma. Dejar pasar al grupo de los profesionales, esos que ya están pensando en la próxima maratón, sin que te arrastren (cada vez que me adelantan, me concentro en mirar la punta de mis propias zapatillas, no debo perder mi propio ritmo). Saludar a un grupo de descolgados, que han empezado algo más tarde que tú y van bastante más alegres; pero no dejarse arrastrar (no debo perder mi propio ritmo). Tienes que saber cuál es tu objetivo, cómo quieres conseguirlo y cómo administrarte para lograrlo. No debo perder mi propio ritmo.

Y es agradable. Es algo más aburrido, porque corres sola. Pero, al mismo tiempo, es un tiempo que puedes aprovechar para observarte, para conocerte, para saber hasta donde estás dispuesta a llegar. Y sí, es un reto mantener ese ritmillo sin que nadie te obligue, sólo tú misma, para cumplir ese objetivo. Y también, por qué no, es agradable imponerte un reto y notar que el cuerpo responde... hay algo animal en sentirte satisfecha con tu propio esfuerzo físico.

Antes de empezar, la monitora nos había pasado un cuestionario. Hábitos, horas de entrenamiento a la semana y expectativas ante el entrenamiento de este año. Creo que puse "mantener el punto de forma y disfrutarlo". No me parecen malos objetivos: observarte, conocerte, ver tus límites y buscarlos, explorarte, disfrutar...

Hmmm... seguía hablando de correr, ¿verdad? Es posible que me guste más de lo que creía.

Cristina

Etiquetas:






<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]