jueves, 10 de noviembre de 2016
El Confidente
Trump,
presidente
Hacía tiempo que la mayoría de los medios de comunicación (aún
de colores políticos distintos) no coincidían en algo: en que sorpresivamente,
Trump ha ganado las elecciones en EEUU.
Es cierto que ha supuesto una sorpresa para el mundo
occidental, pero no tanto porque los norteamericanos hayan votado
mayoritariamente a Donald Trump como futuro presidente, sino porque nadie fuera
capaz de predecirlo.
Hasta el pasado lunes las empresas demoscópicas nos decían
que la candidata demócrata, ganaba por cuatro, ocho o diez puntos, pero hete
aquí que ha sucedido todo lo contrario.
Seguramente, si hicieran las predicciones electorales los
más viejos del lugar, sería lo mismo y encima se ahorrarían mucho dinero.
Después de comprobar lo poco certeras que fueron las
previsiones con el Brexit inglés, con el referéndum colombiano sobre las FARC y
visto lo de las elecciones USA, me pregunto para qué sirven tantas sesudas
encuestas, tanto “big data” y tantos
analistas, si no son capaces ni de aproximarse a los resultados electorales.
¿No hubieran sido más certeros y hubieran quedado mejor, haciendo una encuesta
seria en Ohio, cuando se sabe por tradición, que este estado siempre vota a
quien será presidente?
Las claves del éxito de Trump pueden ser varias. Recordemos
que hace un año nadie hubiera apostado un solo dólar por él como presidente,
pero parece ser que tenía un plan, o si se quiere una intuición. Parece que
Trump ha sabido leer el descontento ciudadano mayoritario con la administración
Obama y anteriores, un descontento incluso con algunas cuestiones del establishment que ha
denunciado, por supuesto a sabiendas de que ello gustaría a sus potenciales
electores.
De hecho, el New York Times venía publicando (y el lunes lo
repitió) un dato significativo al que parece nadie hizo caso; decía que el
candidato Trump estaba liderando una campaña inverisímil y a menudo amenazante
contra la élite política. Que mantenía una ligera ventaja en algunos estados y
que ello se podía explicar, porque “había
atraído a los electores blancos de la clase trabajadora, lo cual le daba una
gran fortaleza”.
Que la administración Obama, habiendo sacado al país de la
crisis, dejando la tasa de paro en el 4,9%,
mientras ha bajado el poder adquisitivo de la clase media,
después de haber duplicado la deuda pública del país, es algo que ha podido
pasar factura al partido demócrata, habiendo podido aconsejar votar a Trump
incluso, no por convencimiento, sino como castigo al partido demócrata, visto
que Hillary forma parte de establishment.
Podríamos estar ante un voto por motivos de “bolsillo”, si no fuera porque
seguramente existen otros factores que pueden ayudar, como es el tema de la
emigración, el modelo comercial, la defensa de su entidad cultural
estadounidense y las medidas antiterroristas.
Sin embargo, el programa del candidato ganador apenas tiene
ideas económicas, si acaso unas intenciones keynesianas: arreglar
infraestructuras y bajar impuestos. Por tanto, no se puede considerar que su
programa económico fuera demasiado atrayente.
Otro motivo indudable en su victoria, es que Trump estaba en
cualquier canal de la televisión; era actualidad, ya fuera como payaso,
racista, machista, e incluso haciendo de muñeco. Daba igual; el caso era tener
publicidad y presencia en los medios para colocar insistentemente su mensaje: “Los americanos primero”, con todo lo
que ello conlleva, que no es poco.
En todo caso, veremos qué hace Trump por mejorar las
condiciones de vida de la clase media y cómo defiende a los americanos.
Algo que ha hecho Trump en su infumable campaña, es reventar
aquello que se llama lo “políticamente correcto”; digamos que ahora se puede
hablar con toda crudeza sobre cualquier tema.
Ayer también, los medios se pusieron de acuerdo en criticar
a Hillary Clinton, por no comparecer inmediatamente después de conocerse los
resultados electorales; puede que no tuviera escrito su discurso, por creer
firmemente que iba a ganar.
De momento las empresas demoscópicas, no nos han dicho cómo
puede acaba esta aventura, claro que tampoco supieron predecir los resultados
electorales. En el futuro, mejor será que publiquen todo lo contrario a sus
previsiones, quizás así acierten.
Etiquetas: trumppresident
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