jueves, 17 de noviembre de 2016

Diario de a bordo


Unas puertas que giran deben estar bien engrasadas

Si hay alguien que nos puede ilustrar sobre cómo funcionan las llamadas “puertas giratorias”, es el político socialistas Josep Borrell. Él desde 1979, conoce muy bien los vericuetos de lo que antiguamente se llamaban “enchufaderos políticos”.  Se inició en el tema de las puertas privilegiadas, que se abren desde el abuso de poder, cuando era concejal de Majadahonda,  de ahí pasó a ser responsable de política fiscal en la Comunidad de Madrid, después Secretario de Estado de Presupuestos, después Secretario de Estado de Hacienda, desde donde fue nombrado Ministro de Obras Públicas. Fue elegido eurodiputado y de aquí pasó a ser Presidente del Parlamento Europeo.

Cuando acabó su cargo en el PE, tengo entendido que trabajó unos años en CEPSA. De aquí se coloca en el Consejo de Administración de ABENGOA (empresa de renovables  que ahora camina hacia la quiebra), donde se embolsaba los 300.000 euros anuales. Parece que este sueldo se le quedaba un poco escaso, pues tuvo que recurrir al pluriempleo durante este período; ocupó el puesto de Presidente del Instituto Universitario Europeo con sede en Florencia. Ahora ABENGOA quebrada por las deudas, tiene problemas con la justicia y con ella, Borrell, el gran experto en puertas giratorias, acaba de ser imputado en el expediente por la Audiencia Nacional.
Pero Borrell no es sino uno más de entre los políticos de este país, que tienen el privilegio de poder entrar en esas puertas giratorias tan bien pagadas.  El último inventario de políticos  conocidos y que están bien colocados, gracias a haber entrado por una de esas puertas, arroja un saldo de unos 80, con distintos cargos en los Consejos de Administración de grandes empresas. PP y PSOE tienen el 88% de políticos colocados, pero también los hay de CiU, de PNV, de IU y de UPN. ¡Caramba, que esto se pega!

Resulta curioso, o no, que la mayoría de estos recolocados por la puerta giratoria, caigan en sectores donde los paracaidistas no habían tenido nunca ninguna experiencia laboral ni académica.  Aquí cabría salvar en parte a Borrell, que es ingeniero aeronáutico, aunque su formación como tal no sé que pueda tener a ver con las placas solares de Abengoa.
La pregunta que flota en el ambiente es directa: ¿Será que las empresas o los partidos, colocan a sus políticos cesantes a cambio de algo, o todo es una casualidad? ¡Vaya usted a saber!

El último intento conocido y abortado por cierto, ha sido el gobierno del PP, intentando colocar a ex ministro José Manuel Soria como director del Banco Mundial. Al final y como consecuencia de haber salido, ya fuera de refilón en los papeles de Panamá, Soria tuvo que dimitir como ministro y después renunciar al puesto en el BM.

Las puertas giratorias son una lacra prescindible que entre todos deberíamos eliminar, pues no parece que la clase política esté muy dispuesta a hacerlo. Y cómo hacerlo?  Pues mire, los ciudadanos de a pié sólo tenemos la fuerza del voto; procurando estar bien informado (pasotas, no) y no votando a partidos no éticos.
Gran parte de la responsabilidad, sobre la existencia de estas puertas giratorias (que acabamos pagando entre todos) es de los votantes; lo hemos estado consintiendo.

Mijail

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