jueves, 1 de septiembre de 2016

El Confidente


Doble golpe de Estado en Turquía

Cuando el 15 de julio saltó la noticia de que un grupo de militares estaba intentando dar un golpe de Estado en Turquía, fuimos muchos los que en un primer momento y nuestra buena fe, creímos la noticia y más cuando vimos las imágenes de tanques por las calles de las dos principales ciudades.

Las dudas amanecieron al día siguiente cuando se anunció que el golpe había fracasado y que las fuerzas leales al presidente Erdogan habían detenido, nada menos que a 3.000 militares y destituido a cerca de 800 jueces. Pero es que la cifra de detenidos en el segundo día ya era de 6.000, llegando a los 7.500 tres días después. Pero en el cuarto día se añaden un gran número de funcionarios; en suma estaban ya en los 18.000 detenidos.

Teniendo en cuenta de que los militares golpistas, se presentaron en la residencia donde estaba Erdogan de vacaciones, cerca de Esmirna, cuando este se había marchado casualmente media hora antes y sabiendo que simplemente no es posible hacer una lista de 3.000 golpistas en 8 horas, mucho menos de 18.000 detenidos en 4 días, se puede llegar a la conclusión, como dijo un alto representante de la UE, al expresar su sospecha: “Es muy posible que las listas de detención estuvieran hechas desde hacía tiempo”. Además, Erdogan desde el primer momento dijo que “haría una limpieza”. La explicación que da el entorno del presidente al ver que existen gruesas dudas, es que desde hacía tiempo la policía estaba grabando los mensajes encriptados que intercambiaban 60.000 personas a las que tenían en una lista de “rebeldes”, puesto que todos estos fichados son partidarios de mantener un sistema político laico para Turquía.

A todo ello podría añadirse, que en los últimos años, el PIB turco que estaba en más del 4% anual a remolque del sector turístico, cuando ahora y después de los atentados que sufre el país, se espera una reducción del PIB hasta el 2,4%, algo que anuncia una dificultad al incrementar el paro. 

Erdogan aprovechó todo, montando unas grandes manifestaciones populistas para aumentar su popularidad entre los turcos, mientras sus detractores le acusan de islamizar al país, cuando el primer presidente de la república turca Ataturk y referente para todos los que le han seguido, instauró en Turquía la sociedad laica con objeto de integrarse en Europa.

Las sospechas se centran sobre todo, en que Erdogan (perteneciente a los Hermanos Musulmanes) con su estilo personalista, está intentando islamizar aún más al país, por tanto podría haber ocurrido, que el presidente a través del control de mensajes encriptados, conociera las intenciones de los golpistas cuando tenía hechas las listas de detención desde hacía tiempo y que aprovechó la circunstancia para eliminar adversarios, ganar popularidad y tener las manos libres para profundizar en todo ello. De momento quedan eliminados, gran parte de los derechos ciudadanos turcos y ha anunciado que él asumirá casi todo el poder del Estado.
En resumen, lo que parece dirimirse en todos estos movimientos es una lucha entre mantener un Estado laico o convertirlo en islamista.

Los noticieros nos dijeron que el golpe de Estado fue el viernes, pero el golpe que triunfó realmente, fue el de Erdogan al día siguiente reprimiendo a la oposición, con lo cual está alejando a Turquía de Europa.

Erdogan está purgando ampliamente al ejército porque intuye que de repetirse el golpe de estado, podría repetirse de otra manera más contundente: un magnicidio seguido de golpe de estado.

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