lunes, 11 de julio de 2016

Diario de a bordo


Cuatro quejicas y un flojeras

En esta campaña electoral, alguien sacó a pasear que podían tener su incidencia, tanto el voto útil como el voto del miedo. Bueno pues sí, acertó. Parece que ambas motivaciones funcionaron y es que los hechos, hechos son.

En primer lugar, que Rajoy es un presidente flojeras e incluso pasota, creo que es vox populi y no es cuestión que precise de sesudos análisis. Ahora bien, ha conseguido iniciar el remonte de la economía en el país, aunque sea con puestos de trabajo temporal. Pero fijémonos en los demás líderes: Sánchez, Rivera, Iglesias e incluso Garzón, todos ellos ni tan siquiera juntos y sumados, pueden presumir de haber hecho nada por los españoles, tan sólo se han dedicado a quejarse de forma reiterada, achacando a Rajoy la responsabilidad de la crisis, cuando todos sabemos o deberíamos saber, que esta comenzó gobernando el PSOE, pero además, quien más alentó las políticas que nos adentraron en la crisis, fue precisamente el PSOE.

Me parece que la cadena de errores de la “oposición” fue considerable, hasta el punto de que he acabado por creer también como algunos dicen, que las campañas electorales sí inciden en el voto indeciso.
Hicieron todo lo posible, para que se cerniera una gran confusión mental entre los electores, por ejemplo: que el PSOE se declarara de centro-izquierda unos días y otros lanzara mensajes de aproximación a la extrema izquierda de Podemos. O que desde su centro-izquierda, hicieran un pacto de investidura con Ciudadanos, partido que está considerado como centro-derecha. Es obvio que tampoco les ayuda, que hace años las siglas del partido perdieran su significado; ya ni es socialista, ni es obrero y a lo que se ha visto, desde hace unos años, ha dejado también de ser español, o por lo menos sus tocayos en Cataluña, así lo demuestran.

Tampoco sabíamos hacia donde querían ir los de Unidos Podemos –que ahora se muestran desunidos con la visita de Obama-. Unos días se decían socialdemócratas, otros comunistas, otros de extrema izquierda,  e incluso llegaron a auto calificarse como “transversales”, que vaya Ud. a saber, que querían decir exactamente con ello, lo mismo querían decir, adaptables, es decir: lo que más convenga en cada momento.
Por su parte Rivera, se decía liderar un partido de centro, cuando poco antes había firmado un pacto de investidura y gobierno con un partido socialista.

Ése ha sido uno de los grandes problemas de la oposición quejica, la imprevisibilidad. En cambio quien representó atraer el voto de lo previsible era Rajoy. Luego, el miedo o el aventurerismo a lo desconocido acabó funcionando y benefició a Rajoy. Visto así, la imprevisibilidad de PSOE, C’s y sobre todo de UP, fomentó el voto útil que viró hacia posiciones conservadoras. En resumen, los votantes decidieron apoyar mayoritariamente a lo malo conocido, antes que apoyar lo malo por conocer. Es aquello del, por lo menos que me quede como estoy.

El bloque de la oposición –todos iban contra Rajoy, en vez de ir contra la crisis, perdedores según resultados electorales, aún cuando Sánchez dice haber ganado a unas encuestas que no cuentan en el resultado electoral-, están aún intentando hallar una explicación exculpadora y si puede ser elegante, a su retroceso electoral, lo cual va a resultar harto difícil. Incluso Iglesias parece estar buscando con lupa el millón de votos perdidos; oiga mire, no hace falta que haga más paripés, Ud. ha perdido las elecciones y vale.
Todo menos aceptar públicamente que se equivocaron clamorosamente, cuando si hubieran dicho la verdad, habrían tenido que reconocer estar obligados por los compromisos contraídos con la Unión Europea y que como mucho, podrían haber ofrecido como diferencia, juventud, guapura, usar mejores trajes, o simplemente ofrecer una imagen coletuda y remangada.

Por cierto, se ha parado a pensar la gente de Podemos, como les podía haber ido, si las elecciones se hubieran celebrado tres semanas después. Es decir, ahora cuando se están conociendo los primeros cambios negativos del “brexit” para los ingleses? Seguramente todos recordamos a Iglesias, representante de Podemos, cuando tiempo atrás nos proponía salir de la Unión Europea, aunque últimamente parece no acordarse de esta propuesta.

En el bloque oposición o unidos todos por la queja, resulta que aparece el PSOE como un gran impulsor del desastre, dando ahora una imagen como de haberse quedado desnortados. Igual llegan a la conclusión de que los electores se han equivocado.
El PSOE prometía un cambio, sin embargo el cambio ha llegado pero en otra dirección: los electores españoles son menos sensibles a la propaganda y ya reflexionan un poco antes de depositar su voto.

Unidos todos por la queja, coincidían también en otro posicionamiento, cual es la promesa de mejorar las condiciones de vida de los españoles. Veremos si cuando se constituyan las Cortes mantienen sus compromisos y si realmente sus hechos se corresponden con sus promesas, es decir, si  trabajan a favor de los intereses del país, o si sólo se dedican a la propaganda y a los intereses partidistas. Por cierto, las performances de Podemos parece que cada vez funcionan menos.

En resumen, más allá de lo que haga un presidente flojeras bastante predecible, veremos si los quejicas, quienes se ofrecían para salvar a la patria -cuando hasta la fecha no han hecho nada extraordinario, sólo quejarse-, aportan algo nuevo y bueno a la política española, aparte de no entorpecer o dificultar. Y aunque ellos se nieguen a admitirlo, esta mirada a los hechos les podría acabar pasando factura en unos próximos comicios, en este caso otro cambio habría llegado a la sociedad española, en el sentido de que tanto se puede exigir a quien gobierna, para que lo haga en favor de los ciudadanos, como también a la oposición para que facilite o por lo menos, no impida esta labor. A menos que todo se resuma en aquel aforismo que dice, demasiados gallos para un corral.

Mijail

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