lunes, 2 de mayo de 2016
El Confidente
La “brillantez” de un codicioso
Cuando
la mente de una persona cae en manos de la codicia, difícilmente después podrá
llegar a superar esta condición, es más, siempre que se le presente una nueva ocasión,
puede demostrar que siguen vivas sus ansias por los bienes o dineros ajenos.
Se ha
escrito mucho sobre Mario Conde, se ha dicho entre otras cosas, que fue el
Abogado del Estado con la mejor nota de la historia. También se ha dicho que
Conde era una persona brillante; puede, aunque se podrían estar refiriendo a la
brillantina que usaba siempre en pelo. Algunos nunca hemos percibido su
brillantez, como no sea para calificarlo como un condenado y preso ilustre.
En
cualquier caso, no me parece brillante, que se produjera en su día y siendo él presidente
de Banesto, un agujero de 605.000 millones de ptas, mientras se le veía
frecuentemente con traje gris oscuro y su obsesiva corbata de fondo azul marino
con elefantes blancos, haciendo poses de persona interesante.
Fue vergonzante,
ver como en la Comisión de Investigación del Congreso, reconocía cínicamente
entre risas a una diputada, que él no revisaba los pagos que firmaba, que
simplemente pagaba sin saber a quién. Nadie hace esto y mucho menos, siendo
presidente del Consejo de Administración de un banco.
Intentó
ser aforado presentándose a unas elecciones con el CDS, para zafarse de la
justicia que ya empezaba a quererlo investigar.
Tampoco
puede parecerme brillante una persona, a la que en dos sentencias judiciales, se
le condena penalmente y se diga que se apropió de 7.000 millones de ptas (42
millones de euros), a pesar de lo cual, en el juicio prefirió la cárcel
declarándose insolvente, a devolver la apropiación indebida.
Me
parece por lo menos sorprendente, que hasta ahora no se haya descubierto, cómo
repatriaba dinero ocultado en ciertos paraísos fiscales, como Islas Vírgenes,
Emiratos Árabes, Países Bajos o Suiza, hasta sus empresas en España. Se dice
que repatriaba partidas de 3.000 euros hasta alcanzar la suma de 13 millones,
con lo cual debería haber efectuado unas 4.300 transferencias. Parecen demasiadas
transferencias, como para que las autoridades españolas no se hubieran percatado
antes. Ahora ha sido denunciado, cuando estaba intentando repatriar 600.000 euros
en una sola transferencia.
En
consecuencia, Conde fue detenido y encarcelado, bajo la acusación de blanqueo
de capitales y con la sospecha, consistente diría yo, de que estaba repatriando
el dinero saqueado a Banesto.
Con el
dinero en paraísos fiscales, el vanidoso delincuente no se acogió a la amnistía
fiscal del año 2012. Tampoco presentó la declaración de bienes en el extranjero,
quizás porque es un moroso para Hacienda a la que debe 9 millones de euros.
Resulta
inexplicable que a un sujeto con semejante catadura, se le permitiera en estos
últimos años, participar en tertulias televisivas, desde donde se permitía dar
lecciones de moralidad a todo el que lo quisiera escuchar.
Conde y
su socio, Abelló, vendieron a precio de oro un laboratorio farmacéutico a una
empresa italiana.
Con el
dinero que obtuvieron compraron Banesto y él se aupó en la silla de la
presidencia. Se podría sospechar incluso, que compró el banco para robarlo. Y
si a fin de cuentas, esta era toda su brillantez, pues es preferible ser unos
apagados.
En
aquellos años, el pelotazo de Conde era visto como modelo a seguir por los
jóvenes españoles; era la cultura del pelotazo, cuando lo deseable hubiera sido
la cultura del trabajo, del esfuerzo y del mérito. Sin embargo, si de algo
puede ser modelo Conde, es de prepotencia, de hipocresía y de falsa honestidad,
además las sentencias judiciales que lo condenaron hablan por si solas de la
catadura del sujeto.
Hoy
entre la juventud, el ex banquero ya no es modelo de éxito, pues sus artes son más
propias de la mafia que de un empresario al uso, sin embargo sigue vigente una
antigua pregunta nunca contestada: ¿Por qué el Banco de España en su día, miraba
para otro lado, mientras Conde agujereaba Banesto. O es que no existía una
labor de vigilancia bancaria?
Etiquetas: labrillantdcodicios
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