jueves, 14 de abril de 2016

Diario de a bordo


Unos papeles muy reveladores de hipocresía

Unos papeles que salieron de Panamá con nocturnidad y disimulo, revelaron que personas entramadas por posibles económicos, tenían cuentas opacas en el paraíso fiscal de Panamá.
La forma en que los papeles salieran del burladero fiscal es irrelevante; el caso es que han sido mostrados al mundo. Y no se trata de encontrar al lenguaraz que ha difundido 11 millones de documentos, no se trata de matar al mensajero; la cuestión que de verdad importa, debe ser: ¿Es cierta toda esa información?

Que personajes relevantes de la vida pública, aparezcan como relavantes, lavando y relavando dinero –siempre presuntamente, faltaría más- tiene su aquél.  
Aquí ha aparecido hasta un ministro de Rajoy; Soria dice que él es inocente, pero no rebate el porqué aparece su firma en un documento. Ya veremos. 
Hasta aparece un afamado director de cine como Almodovar, quien ha clamado desde hace años contra el IVA cultural al 21%, cuando ahora aparece su nombre en el listado de Panamá y además, se dice que tuvo una cuenta de 7 millones en Suiza. ¿Es esto coherencia? Puede que sea coherencia almodovariana, pero coherencia de la buena, creo que no. En todo caso, tengo entendido que Almodovar con sus películas, ha recibido grandes subvenciones públicas que hemos pagado entre todos, por tanto no parece de recibo, que se haya dedicado a esconder el dinero en paraísos fiscales para eludir el pago de impuestos, como parecen insinuar.

A todo este escándalo se ha unido hace dos días los papeles de Suiza; se ha sabido que Mario Conde tiene un capital importante en Suiza, sospechoso de  proceder del saqueo en su día de Banesto. Conde ha sido detenido por repatriar dinero desde Suiza.
Está siendo llamado “el ex banquero”, cuando yo creo que Conde nunca fue un banquero al uso, sino un ambicioso acumulador de poder y dinero.
Hay que recordar como anécdota, cuando el dúo humorístico formado por Tip y Coll, en una serie de programas humorístico-mordaces que protagonizaban le entrevistaron; en una de las preguntas aparentemente inocentes le preguntaron: “¿Mario Conde, esconde?” Conde respondió que no, pero parece ser que sí escondía.

Ya sabemos que hay que respetar la “presunción de inocencia jurídica” de los señalados, cuando ahora resulta que visto todo lo visto, parte de la opinión pública empieza a ver estos casos cargados con una “presunción de culpabilidad”, invirtiendo la carga de la prueba. Ya sólo faltaba que en una tertulia televisiva, apareciera un técnico del Cuerpo de Inspectores de Hacienda, afirmando que las evasiones de capital a Panamá y a otros paraísos fiscales, no serían posibles sin la colaboración de los bancos españoles.
Ya sólo faltaba, que nos enteremos de que Conde iba repatriando capital desde hace años, a razón de 3.000 € al año y que en definitiva habría repatriado ya unos 13 millones. Ahora un banco –quien sabe si  el mismo que repatriaba los 3.000 €/año- ha denunciado ante la justicia, que Conde pretendía ahora repatriar 600.000 € de una tacada.

Como ciudadano de a pié, me hago la siguiente reflexión, si para todo ello hace falta la colaboración bancaria ¿A qué viene tanto rasgarse las vestiduras por estos escándalos?
¿Y no es cierto, que colaborando la banca española –y el Banco de España lo permite- con estos presuntos delincuentes, nos convertimos automáticamente en País Colaborador de Paraíso Fiscal?  
Y entonces qué. A qué viene tanta hipocresía?

Mijail

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