miércoles, 13 de enero de 2016


El caso Noos o juicio a ciertos privilegios

El juicio por el caso Noos ha vuelto a sacudir los recuerdos a muchos españoles; cuando en su día, sorprendidos, no daban crédito a lo que veían, mientras los medios periodísticos (especialmente El Mundo) publicaban los pormenores del caso Noos y todos sus flecos colaterales.

Iñaki Urdangarín y la Infanta Cristina, que no tenían absolutamente ninguna necesidad ni preocupación económica alguna, sin embargo aparecían como abducidos por la avaricia en una trama, cual si fueran unos vulgares estafadores.

Urdangarín junto con su socio Diego Torres, además de otros colaboradores, se veían investigados por un valiente juez, que hasta ese momento carecía de fama mediática. El juez José Castro, cumpliendo con su obligación como juez de hacer cumplir la ley (cosa que algunos olvidan), acabó imputando a toda la trama, incluyendo a la Infanta.

Ayer fue el primer día del juicio oral señalado, una jornada de doce horas que se hizo muy larga para todos los acusados, incluida la Infanta.
Del resumen ha trascendido, la petición denegada por las magistradas, de aportar más pruebas por parte del abogado de Torres, sabiendo que las pruebas, de haberlas, han de ser aportadas en el momento procesal correspondiente. De la misma manera sorprende, que se le admita al Fiscal Horrach un informe (ya es el sexto) de Hacienda como prueba; un informe para que la Infanta eluda el banquillo, es decir para que sea sobreseída la acusación contra ella. Parece por ello, que la Infanta ha tenido el mejor abogado defensor: el Fiscal.

En una tertulia televisiva, hoy ha intervenido un prestigioso jurista diciendo que no se recuerda, que nunca un fiscal haya actuado ante un tribunal como defensor del acusado.
Aparte de que el “papelón” del fiscal Horrach es por lo menos bastante incómodo, aquí se invoca una situación en la cual, se admite que la Infanta veía en su casa grandes sumas de dinero, pero no preguntaba de dónde salía. Dice esa teoría exculpatoria, que en todo caso, ella no estafaba, si acaso, se lucraba. En su día su abogado, Roca, llegó a decir que la Infanta no sabía nada de todo esto, que quizás su único pecado es que estaba muy enamorada. Sí, pero si la persona de la que está enamorada se la juega hasta el punto de que la juzguen a ella por estafa, por lo menos estaría, no sé si divorciada, pero seguro que muy enfadada con Urdangarín y ese no es el caso, sino todo lo contrario.

No sabemos si finalmente será exculpada con arreglo a una “teoría Botín”, que se pensó para librar del banquillo a un banquero con muchas influencias, pero si todo acaba en exculpación, quedará muy patente que cuando el rey Juan Carlos nos recordó en 2.012, aquel principio Constitucional según el cual, “la Justicia es igual para todos”, en realidad estaba fingiendo.

Si se exculpa a la Infanta sin juicio, será visto como que elude el banquillo por influencias (otra cosa sería que el tribunal la acabara declarando no culpable), estaremos otra vez con el debate de que La Casa Real tiene muchos privilegios, quizás demasiados. Porque en el fondo no lo olvidemos, el debate que tuvo la sociedad española cuando iban apareciendo los diferentes capítulos del caso Noos, era: privilegios, sí, o privilegios, no. Y parece que queda fuera de toda duda, el rechazo al abuso, es decir, a que algunos desde sus privilegios (que pagamos entre todos), los usen para enriquecerse en sobremanera, cuando estos enriquecimientos los pagamos también entre todos.

Etiquetas:






<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]