jueves, 28 de enero de 2016

Diario de a bordo


La alcaldesa lideresa 

La lideresa de la Plataforma Antidesahucios (PAH), Ada Colau, es esta activista callejera tocada con el don de la palabra, que pocos meses antes de oficializar su candidatura a la alcaldía de Barcelona, negaba que el dedicarse a la política estuviera en sus planes de futuro, pero a día de hoy es alcaldesa de Barcelona, a la que se presentó con Barcelona en Comú.

Esta alcaldesa que habla como una ametralladora, está dando ahora otro volantazo a sus intenciones de futuro. Ahora pretende fundar otro partido al margen de Podemos e Iniciativa (ICV), con los que se presentaron en coalición a las elecciones autonómicas del 27S, otro partido, que podría llevar incorporada la potencial intención, de llegar a ser bisagra decisoria en la Generalitat.

El motivo es que las desavenencias de los diputados de Podemos en Catalunya Si que es Pot, han llegado a tal extremo, que Podemos ha planteado un ultimátum a los diputados de ICV, acusándoles de
dedicarse a acaparar las comparecencias y a practicar el dirigismo en el grupo.
Sin poner en duda sus motivos, intuyo que el motivo de fondo puede venir de más lejos; Colau no está para quedar a las órdenes de, sino para darlas. Ese puede ser el gran motivo de todo; el ego, el afán de protagonismo. No hay que olvidar que Colau no acudió ni a un solo mitin de Catalunya Sí que es Pot, durante la campaña de las autonómicas; un gesto que no entendieron en absoluto ni en Podemos ni en ICV.
Según tengo entendido, Colau no está dispuesta a seguir a las órdenes de Pablo Iglesias y parece que le ha recordado, que doce diputados al Congreso
-del 20D- fueron conseguidos por su formación, si bien tres son de ICV. Lo que ahora puede ocurrir, si funda un nuevo partido, es que la mayor parte de la militancia de Podemos en Cataluña se pase al nuevo partido, lo cual tiene su lógica; es el grupo que consigue votos, no como ICV que retrocede sin parar.

El planteamiento que hizo Colau demuestra que es una buena estratega, otra cosa es que el tiempo diga si es buena alcaldesa; el planteamiento digo, fue partir de una base: el independentismo estaba muy fraccionado y ella simplemente se presentaba como una opción de izquierdas pro referéndum secesionista, es decir estaba como en el centro del catalanismo.

Cuando dice que pretende “aglutinar a la izquierda superando coaliciones y sopas de letras”, no está diciendo otra cosa, que siendo de raíces tan asamblearias como los “indignados del 15-M”, ahora le sería mucho más cómodo tomar las decisiones en una pequeña cúpula y no como hacen ahora, teniendo que superar el tedioso trabajo de consultar con todos para todo.

Colau que ha ascendido de activista a alcaldesa y de quien se dice que fue a tomar posesión como edil con sus sandalias, ha pisado moqueta bien pagada, que esa es otra; dijo que cobrarían como 25.000 € al año y ahora resulta que cobra 100.000. No pasa nada, fue un pequeño error de cálculo que el tiempo corrige.
Me reafirmo en que a Colau le gusta mucho más pisar la moqueta de la alcaldía de Barcelona, aunque sea con sandalias, que pisar la áspera acera defendiendo a los desahuciados, pues no tengo noticia de que haya protagonizado –como hacía antes para dejarse ver-, ninguna otra defensa callejera de algún otro desahucio.

En fin, siguiendo sus propias expresiones podríamos decir: barcelonés, casta política tenías y casta tendrás. Aunque si me apuran puedo precisar más: casta burguesa tenías y ahora casta populachera tendrás. Tenemos los políticos que nos merecemos; que gran verdad.

Mijail

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