martes, 29 de diciembre de 2015
El Confidente
El modelo venezolano
La revolución “bolivariana” iniciada en Venezuela por Hugo
Chávez, cuando en febrero de 1999 fue nombrado presidente de la República de Venezuela sigue adelante. Su
sucesor, Nicolás Maduro, que le relevó por razones de salud, sigue con la misma
iniciativa. Sin embargo lo que en teoría debería importar, es si el pueblo
venezolano ha mejorado sus condiciones de vida desde 1999.
Realmente
resulta muy ilustrativo, que Chávez recibiera el Premio Internacional Gadafi de los Derechos Humanos, un premio
establecido en Libia por Muamar el Gadafi,
en reconocimiento u homenaje, “a los símbolos que luchan por los valores de
la libertad para toda la humanidad, naciones, pueblos, grupos e individuos”. Unas
razones que no se entienden, cuando sabemos que en Venezuela se mantienen
encarcelados a opositores políticos, por el mero hecho de criticar al gobierno
bolivariano, si bien se les acusa de ciertos delitos no probados.
Tampoco parece ser digno de premiarse, el desabastecimiento
continuado de víveres y medicinas que padece el pueblo venezolano.
Según un estudio de Barclays, estima que la caída del poder
adquisitivo está en un 40% en los tres últimos años, la más alta registrada en
la historia del país.
Los controles estatales sobre los productos, ha generado una
escasez, lo cual unido a un aumento en la impresión de billetes, ha hecho que
la economía venezolana, sea por tercer año consecutivo, la mayor inflación
mundial con un 190%.
Según el presidente Maduro, el país sufre una “guerra
económica” impulsada por poderes externos e internos que pretenden derrocarle de
su cargo, saboteando la economía venezolana.
Maduro apareció en la televisión venezolana, explicando la
situación y conminando a que, “Debemos iniciar un conjunto de acciones
para darle un golpe y destrozarle el espinazo a la estrategia de guerra
económica”, pero lo cierto es
que no ha conseguido ningún resultado y las últimas elecciones de hace pocos
días, parecen haberle castigado por ello.
Lo cierto es que
desde Chávez hasta hoy, el gobierno no ha hecho nada por mejorar la economía
del país; no se han implementado nuevas empresas, ni se ha incrementado su
precaria industria y como en 1999, la principal fuente de ingresos del país sigue
siendo el petróleo, lo cual agrava aún más su situación con la bajada de la
cotización en el precio del barril, cuando ahora está en 29 dólares, el precio
más bajo de los últimos 11 años.
Actualmente, Venezuela es un país donde el dinero oficial no
vale gran cosa y donde van buscados los dólares. Desde hace tiempo, existen en
Venezuela tres tipos de cambio oficiales para el dólar: 6,3 bolívares para
importar alimentos y medicinas, 199 bolívares para importar el resto de
productos y 13 bolívares para los dólares que puedan comprar los venezolanos
que viajen al exterior. Todas las divisas son manejadas por el Estado según
decreto hace 14 años Chávez, lo cual no significa que estos controles hayan
funcionado. Lo que si hace años existe, es un mercado negro de dólares, en el
que el dólar se cotiza a 835 bolívares, una circunstancia que alimenta la
corrupción.
Muchos venezolanos abandonaron sus puestos de trabajo para
dedicarse al comercio en el mercado negro; son los llamados “bachaqueros”, quienes
se dedican a buscar y comprar los escasos productos regulados por el gobierno,
para luego revenderlos con sobreprecio. Esta actividad ilegal les puede generar
unos ingresos que triplican el sueldo en un trabajo normal.
En resumen, la “revolución bolivariana” iniciada por Chávez
en 1999, ha llevado hasta esta situación en Venezuela. No parece por tanto que
el pueblo venezolano haya mejorado sus condiciones de vida desde 1999 hasta hoy,
por tanto parece que sea cuando menos, una revolución fallida.
Etiquetas: elmodelovenezol
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