martes, 3 de noviembre de 2015

El Confidente

Esquizofrenia, una enfermedad que provoca rechazo social

El día 10 del pasado mes se celebró el Día Mundial de la Salud Mental, este año con el lema, “Abriendo mentes, cerrando estigmas”. Cada año se celebra el día para reivindicar que quienes sufren algún tipo de enfermedad mental, puedan tener una vida normalizada aunque sin obviar sus precauciones.

Algunos profesionales sanitarios del sector, opinan que quedan tópicos que derribar en torno a ciertas enfermedades mentales, sobre las que destaca la esquizofrenia. La imagen que solemos tener sobre enfermos que padecen esquizofrenia, suele ser muy negativa, pero además está asociada a comportamientos peligrosos y violentos. En general, no resulta ser una buena carta de presentación para encontrar un puesto de trabajo, sino todo lo contrario.
Lo usual es que sufran un rechazo social que no pueden evitar, si bien en ocasiones puede resultar un rechazo injusto.

La esquizofrenia, viene a ser una enfermedad mental grave. Se trata de un desorden mental que deteriora la capacidad de las personas en muy diversos aspectos como son, el pensamiento, la percepción, las emociones o la voluntad.

Es un dato oficial el que dice, que los desordenes mentales, vienen a ser como un 13% de los problemas de salud en el mundo. Pero es que además representa un tercio de las discapacidades por problemas de salud.

El psicólogo de la OMS, Michelle Funk, opina que detecta una asimetría muy fuerte entre la dimensión del problema y los recursos destinados. Los tratamientos son mejorables; convendrían un mayor número de consultas y mayor tiempo de atención.

Se dice en una estadística, que solo un 40% de estos pacientes toma con regularidad la medicación que le han prescrito. Sin embargo el dato más preocupante, es que el 25% abandonan la terapia en el plazo de los primeros 10 días, el 50% durante el primer año y el 75% a los dos años.
Los últimos fármacos aparecidos, han mejorado mucho el tratamiento de la esquizofrenia, existen en el mercado medicamentos muy eficaces para tratar delirios, alucinaciones y brotes psicóticos; un paciente que los hay sufrido y no siga la terapia, tiene como un 70% de probabilidades de recaer en estas crisis.

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha hecho este año en el Día Mundial de la Salud Mental, un llamamiento a los países miembros para que “se garantice la dignidad de las personas con enfermedad mental y se evite la discriminación y la estigmatización que sufren”.
Igual de preocupante resulta, que la OMS alerte sobre la escasa formación que tienen los profesionales de la salud que atienden a este colectivo. 

Ya viene a ser un clásico de la clase política, que derroche dinero público en naderías, cuando es necesario para garantizar la dignidad de las personas con enfermedad mental, como dice la OMS.

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