viernes, 23 de octubre de 2015

El Confidente


Unas encuestas electorales dudosas  

Las primeras encuestas electorales de octubre, nos recuerdan que ya estamos encarando unas elecciones generales para el mes de diciembre.
Las encuestas pretenden predecir cuáles pueden ser los resultados electorales, sin embargo esta es una labor que se desmiente a sí misma, pues la simple aparición periódica de encuestas no coincidentes y en casos muy distintas, solo prueban que la intención de voto de ser cierta, es algo muy volátil.

Hemos tenido elecciones donde el porcentaje de indecisos se ha acercado mucho a la tercera parte de los encuestados, por tanto resulta ya de por sí difícil acertar la predicción, más aún cuando sabemos que un sector de los encuestados y por el motivo que fuere, tiene por costumbre no decir la verdad sobre a quién piensa votar.

Hace justo un año, que las predicciones eran que un partido recién llegado como era Podemos, podía conseguir incluso la mayoría absoluta, sin embargo en estos momentos las encuestas ya lo ponen en un cuarto lugar, que puede acabar siendo un quinto.
Podemos, siendo una plataforma encarnaba para muchos de sus seguidores y en cierta manera la utopía. Y en estas condiciones el haberse convertido en partido, a la vez que han aparecido ciertas informaciones negativas (como en los demás partidos), ha hecho que se comiencen a desencantar muchos seguidores, que pueden acabar regresando al rincón de los escépticos, de donde salieron.
Podemos, puede acabar siendo visto como un partido desubicado, al ser ocupado en buena parte su espacio electoral por el PSOE, mientras Ciudadanos parece estarle pasando por encima como opción de centro.

Las predicciones o encuestas que se publicaban hace un año han cambiado mucho, pero es que en los dos meses de campaña electoral con su correspondiente presión mediática, puede volver a cambiar el escenario. Aquí entra en juego la última decisión del sector indeciso, que puede tener una gran influencia en los resultados electorales, en los que pueden acabar influyendo varios factores, que van desde, una presentida amenaza a la estabilidad política y económica del país, a un hartazgo corruptelar.

Otro factor que puede distorsionar una encuesta es la movilización; mientras que los votantes de Podemos (por poner un ejemplo) están totalmente movilizados, el voto a los dos grandes partidos (y especialmente, al PP) se encuentra en gran parte “oculto”, de tal manera que podría tratarse de un sector importante, por lo que hace referencia a la fidelidad de voto.

Se le puede dar a las encuestas si están bien hechas, el valor de indicar unas tendencias, en lo demás son tan creíbles como un sobre-sorpresa, a pesar de lo cual, seremos bombardeados por ellas hasta una semana antes de los comicios.
¿Y si en esta semana en la que no se pueden publicar encuestas y de forma imprevista, aparece algún factor (lo cual ya ha ocurrido), que hace cambiar de opinión a un considerable número de votantes?

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