lunes, 6 de julio de 2015

El Confidente


El carajal griego

El referéndum griego que se ha votado hoy, puede pasar a la historia como el referéndum más inteligible y más manipulado. De la misma manera que no es normal, convocar un referéndum donde se pida votar “no”, cuando siempre se pide votar lo contrario. Por lo visto, el resultado ha sido un 61% a favor del “no” y casi un 40% a favor del “sí”.

Para mi estaba claro que lo que se pedía a los griegos, era votar entre “mal” y “peor”. Lamentablemente han escogido el camino “peor”.
Pero resulta muy lamentable también, que según se comenta desde Grecia, no sabían realmente “qué era” lo que votaban, puesto que la pregunta era larguísima y muy enfarragosa. Ello unido al corto espacio de tiempo que han tenido para informarse sobre qué votaban, me hace sospechar que todo ha sido una especie de referéndum plebiscitario encubierto a favor del presidente Tsipras.

Lo puedo comparar a una especie de partida de ajedrez: Tsipras al verse acosado por la reina Merkel, ha movido ficha amenazando duramente a la reina contraria. Ahora queda por ver, que ficha moverá el adversario, que no olvidemos son nada menos que dieciocho países que ya se habían puesto de acuerdo en un plan de viabilidad para Grecia.
Mucho cuidado con esta reina alemana, que si siente amenazada su posición, suele responder con un ataque fulminante; solo hay que recordar que ya lo hizo con su padrino político y en ese momento presidente alemán, Helmut Kohl, quien tuvo que dimitir inmediatamente.

Había muchos griegos celebrando el resultado del “no” en la plaza Sintagma, pero decía un compatriota suyo: ¿Realmente saben lo qué han votado? ¿Y qué pasará mañana? ¿Se ha solucionado algo con el no?
Son realmente unas preguntas inquietantes, pero no solo para los griegos, sino también para el resto de europeos, muchos de los cuales hemos sufrido recortes como ellos.

Tsipras con este referéndum para ganar tiempo, ha conseguido salvar el debate interno en su coalición de partidos en favor a su tesis.
En su discurso televisado, Tsipras pide al BCE que aporte liquidez a los bancos griegos, algo que creo ni está ni se le espera y aunque el presidente del Parlamento ha dicho que habrá que procurar ayuda humanitaria para los griegos, todo apunta a que el BCE puede mantener en buena medida el “corralito”, e incluso puede que se reconduzcan las negociaciones de dieciocho países unidos contra uno.
Pero si el BCE mantiene el corralito en el tiempo, el pueblo griego rectificándose a sí mismo, puede optar por echar a Tsipras.  Es una maniobra fea si se quiere, pero el ejercicio de la “política” está lleno de estos ejemplos. Y no debemos olvidar, que Merkel conoce muy bien lo que ocurre en Rusia (que es el punto donde Tsipras le presiona de forma encubierta), no en vano Merkel habla perfectamente ruso y vivió en la extinta URSS durante muchos años.
Podría ser, que Merkel se hubiera visto cuestionada y zarandeada, por un gobierno que encima de que no paga las deudas con su país (72.000 millones), la ha llamado públicamente “criminal” y encima el Gobierno griego, se han levantado de la mesa de negociación para convocar un referéndum bastante altisonante.

Veremos si la reina del tablero, perdona estos desaires o por el contrario, arremete contra el Gobierno griego con medidas más duras si cabe. Y veremos también, cuántos días duraran, tanto el corralito, como el no poder pagar las importaciones (casi todo lo que consumen), o el no poder pagar los sueldos a funcionarios, militares, médicos y pensiones a finales de este mes o como mucho en el próximo.

Todo ello en conjunto, me parece un auténtico carajal y un sinsentido, como antes me lo pareció el sistema fiscal griego, que viene a ser como la madre de toda la discusión, referéndum y corralito, incluidos.

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