martes, 9 de junio de 2015
El Confidente
Un déficit claro
en la cultura del respeto
Hay un
dato estadístico y educacional, según el cual en nuestro país existe una falta
de disciplina y respeto por parte del alumnado hacia el profesorado. Según esta
apreciación, si los alumnos no son capaces de ser disciplinados y respetar a sus
profesores ¿Cómo pueden pretender respetar a alguien en el futuro y cómo pueden
esperar que en un futuro, los jóvenes les respeten a ellos?
Es
posible que uno de los grandes problemas fundamentales que tiene nuestro país,
sea la falta de respeto; una falta de respeto ciudadano hacia las
instituciones, pero también falta de respeto institucional hacia los ciudadanos
y seguramente lo primero sea consecuencia de lo segundo.
Existe
la creencia popular, de que hay gobernantes que siendo cargos electos, omiten
el debido respeto a los ciudadanos, que se manifiesta en el incumplimiento de
leyes, o en desatender las peticiones ciudadanas y omitir la transparencia
debida. Todo ello supone una falta de respeto hacia los ciudadanos que son en
definitiva, quienes les pagan sus elevados sueldos.
Esta
falta de respeto, es claramente un factor que puede alimentar la corrupción y
el razonamiento popular en este sentido es muy simple: Quien nada tiene que
esconder, carece de motivos para no mostrar o transparentar su labor de
gobierno, en cambio los gobernantes que niegan a los ciudadanos la
transparencia debida, ya sea solicitada por miembros de la oposición, o por
ciudadanos que lo piden por escrito, es muy probable que no lo faciliten porque
algo tienen que ocultar.
Más
sospechoso resulta aún, que partidos políticos que ostentan el poder en
instituciones, no obliguen a sus dirigentes a transparentar su labor de
gobierno y más cuando les ha sido solicitada. En este caso, la sospecha acaba
extendiéndose también al partido, por sostener tal situación de opacidad.
La
falta de respeto institucional hacia los ciudadanos que no podemos enmendar
recetando unas pastillas a algunos alcaldes de turno, por ejemplo, es un
problema largamente incubado en la sociedad de nuestro país. La falta de transparencia
y el incumplimiento de leyes, puede ser la base en la que se fundamente, el
grave problema que ahora tenemos en deuda pública y bancaria. Sólo hay que
fijarse en una de las condiciones que puso la Unión Europea para el rescate
bancario a España: controlar a la banca española, ahora bajo la supervisión de
un órgano de UE. En pocas palabras, no se fían de nuestro Ministerio de
Hacienda, no se fían de nuestros políticos y no se fían del Banco de España. No
se fían en definitiva, de nuestra falta de transparencia.
Etiquetas: undefclaculrespt
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