lunes, 29 de junio de 2015
Diario de a bordo
Atrapados
en el ascensor
Es lo que tiene, el ir por ahí con el postureo del
sabelotodo, del perfecto, del enterado que nos da lecciones de moralidad a
todos, haciéndonos saber además, que ya está de vuelta de todo.
Resulta que cuando a
alguien con este perfil tan increíble, por una circunstancia u otra, le alcanza
un imprevisto, se queda tan pasmado y sorprendido como cualquiera de nosotros, quedando
por tanto muy en entredicho su aplomo, pero también su sapiencia.
Es más o menos, lo que les ocurrió el pasado jueves
a dos dirigentes políticos de moda en Barcelona, Pablo
Iglesias de Podemos y Ada Colau de Barcelona en Comú. Los dos Comuneros, se
quedaron atrapados en un ascensor y la cabina no respondía a los mandos de la
botonera.
Ellos mismos aseguraron que estuvieron allí atrapados durante
media hora, un tiempo durante el cual, estuvieron enviando mensajes a sus
compañeros reclamando auxilio; “Aquí empieza a hacer mucho calor”, “A ver si nos sacáis de aquí”, etc.
Se trata de una contingencia que pone de relieve, como estos
dos superhéroes Comuneros no son tal, sino que están sujetos –como todos los
demás- a las vicisitudes e imprevistos
caprichosos que la vida nos depara.
Lo llamativo, es que ellos nos hayan hecho saber reiteradamente
que ocurrirá en el futuro –don Pablito no deja de decir que será Presidente de
Gobierno-, en cambio no fueran capaces de prever una inmediatez; si subían en
ése ascensor se quedarían atrapados en él?
¿Llegaron a alguna conclusión trascendente en esa reunión de
ascensor, o es que por el contrario, no pudieron salir del bucle que supone, la
impotencia de pensar que tal situación será utilizada por sus adversarios para
cachondearse de ellos?
Lo verdaderamente increíble
-para mí- es que al salir del ascensor, el caudillo Pablito no diera su mitin
clásico: con las manos sobre el atril, las mangas de camisa remangadas, con el
cejo fruncido y en su habitual tono “indignado”, acusando –por ejemplo- a Rajoy
de haber enviado traicioneramente al lugar, a un operario que parara el
ascensor cuando él y su lugarteniente lo estuvieran utilizando.
En esta media hora, Colau tuvo tiempo suficiente para
comentarle que ha entrado a ser alcaldesa de Barcelona con mal pié; acaba de
enterarse, de que el actual gobierno de Rajoy, aprobó una ley según la cual, un
Ayuntamiento no puede tener más “asesores” que concejales. Y es que claro, ella
podía tener sus compromisos.
Tengo entendido, que había un enjambre de candidatos
revoloteando alrededor de Colau esperando, por si, en pago a afinidad o
amiguismo, eran nombrados “asesores”.
Me han explicado, que al enterarse del actual tope legal,
Colau ha cogido un buen cabreo; ella sabe que hasta esta legislatura, todos los
alcaldes habían nombrado un batallón de asesores –cuyos sueldos pagábamos entre
todos- y cuya única misión era cobrar a fin de mes.
Ante estos hechos, creo que estos líderes moralistas y
Comuneros que tanto están ahora de moda, ya forman parte de “la casta” o “la
castuza” y no parecen darse cuenta de ello, o quizás no quieran.
Como fuere que Colau estaba muy irritada con el recorte de
asesores, el caudillo Pablito le permitió contratar a su pareja como asesor,
pues ya no trabaja en el FC Barcelona. Pero claro, hay un problema: esto quedaría
“un poco feo”. La solución que han encontrado, es contratar a la pareja de
Colau como asesor con despachito, pero pagado por el partido.
Pero veamos: no nos dijeron y repitieron, que el partido de
los indignados, eran personas que no tenían dinero, ni subvenciones, ni
financiaciones de empresas, ni financiación de los bancos. Entonces de dónde
sacará Podemos o Comú de Barcelona, el dinero para pagar el sueldo a un asesor
que además huele a nepotismo?
No me queda más que preguntarle a don Pablito –y me da igual
si me contesta remangado e indignado-, de dónde sacarán el dinero, Podemos, o los
Comuneros de Barcelona?
¿De dónde sale el dinero don Pablito? ¿Encontraron quizás
una cartera repleta de billetes dentro del ascensor, durante esa media hora de
encierro?
¿O será que tienen ustedes una financiación de partido de
todo punto inconfesable, como suele tener “la casta”?
Ya sé que lo que voy a decir no es “políticamente correcto”-,
pero desde 1978 hasta hoy, existía en este país una profesión muy codiciada
cual era la de “asesor”, cuyo sueldo por no hacer nada, era en muchos casos,
casi tan alto como el del alcalde.
Ahora se ha limitado su número por ley, pero Rajoy se ha
quedado corto; deberían desaparecer todos estos asesores, puesto que en los
Ayuntamientos hay “funcionarios técnicos” que pueden y deben hacer –en teoría-
el trabajo que se encomienda a los “asesores”.
De todas maneras y ya que estamos en época de reformas,
además de eliminar los superfluos asesores por ley, sería excelente que también
de la misma manera, se prohibieran tanto “la casta” como “la castuza” política.
Entonces sí que pareceríamos un país “Europeo”.
Mijail
Etiquetas: atrapenelascens
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