lunes, 13 de abril de 2015

Col•laboradors


Un ex ministro socialista, a quien no gusta la ley que él recetó para los demás

Hace poco el eurodiputado socialista Juan F. López Aguilar ha sido imputado por un expediente de violencia de género.
Según se comenta, tanto su ex pareja como su hijastro, pusieron una denuncia anterior la cual después retiraron. Su ex esposa acaba de declarar que ella no ha puesto esta última denuncia, que en todo caso no puede ser por violencia física sino por palabras. Dice que ella también tuvo palabras desafortunadas con él y que lo ve como un “pobre atormentado”.

Tiene cierta guasa, que el eurodiputado fuera quien como ministro de Justicia en el gobierno de Zapatero, fuera el autor de la ley sobre violencia de género.
Hay que decir, que según el Observatorio de Violencia de Género, desde 2005 hasta 2012 se han registrado 1.034.613 denuncias, de las cuales, quedaron como archivadas 826.616 y con sentencia condenatoria, 207.997. Es decir, que el 80% de las denuncias fueron archivadas porque eran falsas y aquí denunciar falsamente sale gratis.

López Aguilar se encuentra ahora con que debe tomar de su propia medicina y a lo que parece le sabe a aceite de ricino; le sabe a amarga.
Tal es la chapuza de su ley, donde se constata que suele ser (80%) un coladero para insertar denuncias falsas que luego quedan impunes y que seguramente perseguían otros fines como puede ser, los motivos económicos o para retener la custodia de los hijos.

El eurodiputado ha salido en todos los medios diciendo que se trata de una denuncia falsa; que cuando ocurren los hechos denunciados, él no se encontraba en Canarias, sino en Madrid y que además, ya hubo otra denuncia falsa por parte de su mujer para tener la custodia de los hijos. El trasfondo de todo esto, es que a él debemos otorgarle la presunción de inocencia, aún cuando con esta ley, esta presunción de inocencia quede reducida a bien poco, lo cual da a la denuncia de su ex pareja la presunción de credibilidad; tal es de injusta esta ley. 

Cuando el ex ministro presentó la ley, mantuvo que los posibles abusos (de haberlos) que pudieran surgir a causa de denuncias falsas serían “costes asumibles”. A juzgar por la expresión desencajada del ex ministro, no le gusta tomar la medicina que él mismo recetó para los demás.

En cualquier caso, de ser archivada la denuncia por falsedad y dado que ya ha tenido que abandonar el grupo socialista puesto que el partido le ha dado temporalmente de baja, impactaría contra él la barbaridad y la injusticia de una ley que vulnera los derechos de igualdad más elementales.

Pero si la denuncia es tomada como cierta y él (que por cierto debe demostrar su inocencia) acaba siendo condenado, sería terrible en todos los sentidos. Sería devastador para la imagen de su partido, pero tendríamos la imagen de haber tenido a un ministro de Justicia, que se dedicó a perseguir con una nueva ley chapuza, el delito que el mismo cometía.  

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