lunes, 30 de marzo de 2015
El Confidente
La
inexistencia de una alarma medico-aeronáutica, permite 150 funerales
El avión estrellado contra una ladera de los Alpes
franceses, ha dejado el fondo de ese cañón lleno de pequeños trozos de metal
procedentes de la aeronave, pero también los ocupantes del avión han quedado
troceados debido al fuerte impacto; no olvidemos que las 70 toneladas del avión,
impactaron contra una pared rocosa, a 700 kilómetros por hora.
La forma de comportarse del copiloto, desde el primer
momento ha dado pábulo a toda clase de especulaciones, especialmente después de
comprobar las grabaciones de la caja negra. Las autoridades alemanas y
francesas han tenido que tratar el asunto con seriedad y rigor.
Ahora se dice que el copiloto, Andreas Lubitz, sufría
depresiones, además de que fue declarado “no
apto” para volar en Phoenix y en su licencia de vuelo figuraba que “necesita tratamiento médico especial”.
Se ha sabido que el piloto tenía en casa, un parte médico troceado, que le daba
de baja del servicio para ese día y que por tanto, no le permitía pilotar el
avión.
La compañía para la que trabajaba, dice que no le constaba
que el piloto tuviera problemas mentales, pero desde ciertos estamentos, se
insiste en que la compañía era sabedora de estos problemas, basándose en la
anotación que figuraba en su licencia: “necesita tratamiento médico especial”.
Las declaraciones de su ex novia, parecen darnos ahora, un
perfil de persona con graves problemas mentales, cuando explica uno de sus
comentarios, diciendo que “un día todo el
mundo sabría su nombre”, lo cual indica que desde hace un año por lo menos,
el copiloto ya tenía en mente, cómo daría a conocer su nombre a todo el mundo,
con lo cual aparece la sospecha de premeditación. Pero esto lo sabemos ahora
cuando ya no hay remedio.
Otras consideraciones que cuentan amigos suyos, es que el
copiloto se quejaba constantemente de que le pagaban poco dinero por su
trabajo, de su obsesión por llegar a ser comandante en la compañía matriz,
Lufthansa.
Claro que ahora llega el momento de las preguntas delicadas,
porque alguien puede preguntarse, si Germanwings
lo admitió como copiloto con sueldo bajo, porque conocía su problema.
No olvidemos que es
compañía de “bajo coste” y esto es, bajo coste para el cliente, pero también
según parece, puede suponer un bajo coste empresarial.
En un mundo donde existe una Organización de las Naciones
Unidas (ONU) fundada en 1945, definida como una “asociación de naciones en forma de gobierno global que facilita la
cooperación en asuntos como Derecho internacional, la paz y seguridad
internacionales, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y
los derechos humanos”, se debería exigir a esta organización, que
efectivamente vigilara por “la paz y la
seguridad internacionales”. Aunque también podría tener otras muchas
utilidades, entre ellas algunas mucho más simples, como vehicular una alarma internacional
(por ejemplo) como la citada “no apto para el vuelo”, que con carácter preventivo,
pudiera ser de mucha utilidad para personas de todos los países asociados.
De haber funcionado esta alarma (que igual puede darse con
alguien que pretende sacarse la licencia de conductor de autobús, de camión o de
tren, cuando el sistema médico le ha detectado que padece epilepsia, por
ejemplo), en ese caso y en relación con la catástrofe del avión alemán, hubiera
sido muy difícil que se hubiera dado esta desgraciada tragedia.
Si la alarma de “candidato a piloto, no apto por sus
condiciones mentales” hubiera llegado de forma fehaciente a todas las compañías
aeronáuticas existentes en las naciones que allí están asociadas y no le
hubieran podido dar la licencia en Alemania, difícilmente habría tenido lugar
esta tragedia. En ese caso, si tanta era su obsesión por volar y no le hubieran
dado la licencia, quizás se hubiera podido suicidar él solo, no suicidando
también a otras 149 personas que no tenían ninguna intención de hacerlo.
Da igual que la central de alarmas provenga de la ONU o de
cualquier otro organismo internacional, pero ya que la ONU existe y nos cuesta
un dinero, parece que debería usarse con un sentido de utilidad ciudadana y no
quedarse en los discursos y las teorías.
Una vez más, queda demostrada la poca eficacia de la ONU
para organizar, pero también, el poco interés que demuestran los países
asociados, para que este organismo tenga una utilidad para los ciudadanos de
los países asociados, puesto que para esto se creó, no para estar de adorno y
repartir buenos sueldos.
Cuando en un caso como este, una misma pena ciudadana
profunda, se comparte en varios países europeos, es signo inequívoco, de que
algo se está haciendo mal, o al menos denota, que los gobiernos europeos
prestan mucha atención a la economía, pero prestan poca atención a los
problemas humanos, cuando parece, que debería ser la economía, la que estuviera
al servicio de las personas y no las personas al servicio de la economía.
Etiquetas: linxdualarmedicper150f
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