viernes, 13 de febrero de 2015
Diario de a bordo
Las
batallitas de Ferraz
Se entiende por eufemismo, el definir una situación, con una
expresión suave, en sustitución a otra dura, considerada de mal gusto o quizás,
excesivamente franca.
Lo vemos en la guerra que abrió Pedro Sánchez, contra la
ejecutiva del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez incluido. Veo la
batalla de un grupo contra otro, narrada por la parte atacante, como una
cascada de eufemismos, de tal manera, que si este golpe de mano se empezó a
fraguar hace dos semanas como dicen, los eufemismos también.
Las razones que da Pedro Sánchez para apartar o cesar tanto
a Gómez como a su ejecutiva del PSM, son demasiado variadas como para ser creíbles
–creo yo-.
Que con Tomás Gómez el partido está perdiendo votos,
elección tras elección, es un hecho.
Que desde que Gómez –que
apartó a Simancas- ejerce como secretario
general del PSM, los 30.000 militantes que tenían han quedado reducidos a
15.000.
Que el tema del tranvía con sobrecoste adjunto de Parla,
instalado mientras Gómez era alcalde, es un tema que puede estallar en
cualquier momento y abrasar al propio Gómez, lo cual supondría un problema para
el PSM, ya fuera candidato o diputado.
Que, según mis informaciones, la gestión de Gómez como
alcalde de Parla fue desastrosa.
Pero todo ello, son datos tan evidentes ahora como hace seis
meses. Igual de evidentes. ¡Vaya!
Pedro Sánchez no ha explicado sinceramente el motivo, de
este duro golpe de mano, ni lo dirá. Y cuando digo golpe de mano, me estoy
refiriendo, a un golpe de mano autoritario, que es cierto aleja un tanto la “debilidad”
que la militancia ve en él, pero pone en escena otro problemita: dónde queda el
discurso de corrección democrática, que suponía el aparador público de las
primarias, para elegir candidato en el PSOE, si resulta que Gómez fue elegido
por 7.000 avales de los 15.000 posibles? ¿Dónde queda ahora, el presumir de “primarias”
ante los demás partidos? Porque ahora Sánchez pretende poner a Gabilondo en su lugar
pero sin votaciones, sin primarias ¡Toma
primarias!
Pero aún diré más; un votante madrileño indeciso, ve
división y puede preguntarse al ver todo el espectáculo del empujón a Gómez y
los suyos, si dado que los socialistas se están mostrando incapaces de
gobernarse a sí mismos, quizás tampoco sean capaces, de gobernar el Ayuntamiento
o la Comunidad Autónoma?
Sin duda, el tiempo dirá si Pedro Sánchez estaba en lo
cierto, cuando ha justificado haber dado el cese a la ejecutiva, porque con
este cambio, el partido “se convierte en
opción ganadora en Madrid”, que es tanto como decir, que lo ha hecho por
“motivos de fuerza mayor”. Eso habrá que
verlo.
Los eufemismos usados por Pedro Sánchez para justificar su
decisión los sabemos, sin embargo la información que me ha llegado desde los
madriles es cosa bien distinta:
En primer lugar Sánchez y Gómez siempre han estado enfrentados.
Gómez ya sufrió dos intentos de ser echado; con Zapatero y con Rubalcaba –cuando
intentaba poner en su lugar a Trini Jiménez-.
Se sabe que desde hace semanas, Rubalcaba se reúne con
Sánchez. Ya saben, ese ex secretario del partido al que todos etiquetan como un
gran experto tejedor de hilos oscuros y conspiranoicos.
Casi no haría falta recordar, las aspiraciones de Susana
Díaz por ocupar el cargo de Pedro Sánchez, lo que ocurre que ahora está muy
ocupada en escabullirse de los ERES y en preparar las elecciones anticipadas.
Pero el chascarrillo que me ha llegado, es que Susana habría
estado preparando juntamente con Tomás Gómez, el asalto por las bravas al
despacho de Ferraz, desde el despacho madrileño del PSM en Callao.
¿Cuál podría ser la causa de esta unión temporal? Tenemos la
certeza, de que Gómez debido al enfrentamiento irreconciliable, que mantenía
con Sánchez, acabaría teniendo un recorrido en el cargo más bien corto. Esa
podría ser una causa creíble por la que Gómez se habría aliado con Susana.
No faltan los comentarios del sector defenestrado del PSM,
en el sentido de que si Sánchez, como secretario general de PSOE, actuara con
la misma decisión, contundencia y valentía en otros temas de partido, tal como
podría ser la renovación ideológica y ética; quizás las encuestas cambiarían de
signo.
El tiempo escribirá nuevas batallitas de esta guerra interna
por el poder, pero me temo que si Susana logra zafarse del caso ERES, intentará
otro asalto a Ferraz a poco que pueda. La
mediocridad es muy atrevida. De momento no quiere opinar nada sobre la
defenestración de Gómez. Esto es por lo menos sospechoso de disimulo. Es tanto
como negar implícitamente que ella estaba en el ajo.
Mijail
Etiquetas: lsbatalltdferrz
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