jueves, 29 de enero de 2015
Diario de a bordo
¿Quién dijo que la banca no
da crédito?
Cuando en un país se pasa abruptamente del exceso a la
carencia, es que algo grave ha ocurrido.
Hasta mediados de 2007, vimos como los bancos iban
persiguiendo a sus clientes para ofrecerles una hipoteca, con la que comprar un
piso nuevo y además les sobrevaloraba la tasación o valoración del mismo (que
justifica el importe final del préstamo), con una cantidad suficiente como para
poder comprar muebles y coche. Ahora sin embargo, vemos todo lo contrario, no
hay crédito ni para familias, ni para empresas, sólo lo hay para quien ya es
suficientemente solvente, e incluso, no le es imprescindible pedir ningún
crédito.
La banca se escuda ahora en un argumento que es de sentido
común: no le prestamos dinero a nadie que no nos demuestre que es solvente y
que va a poder devolvernos el crédito. Esto es lo que debieron haber hecho
siempre, pero durante los años de la burbuja inmobiliaria hicieron todo lo
contrario.
Después de que en España se hayan tenido que rescatar la
mayoría de las cajas con dinero público, porque estaban quebradas a causa del
agujero inmobiliario (si bien en algunas parece haberse dado casos de
latrocinio), han decidido no dar crédito a quienes no sean solventes.
Pero realmente se ha cerrado el grifo del crédito para todos
los insolventes? ¡Nooo! Hay ciertos
clientes que aún siendo de los más insolventes del país tienen un trato
distinto. Y estos insolventes, sí que tienen los mayores créditos. Creo que el
milagro lo hace “el apaño”.
Pero veamos cómo funciona la banca concediendo créditos: las
garantías que pide la entidad bancaria son siempre bastantes superiores al
importe del crédito concedido, aparte de que las garantías han de ser “reales”
y no ficticias.
Y si el titular de un crédito bancario, debe ser en primer
lugar, solvente y en segundo lugar, debe presentar unas garantías reales, cómo
se entiende que los partidos políticos de este país (que no parecen ser nada solventes,
ni parece que puedan presentar unas garantías reales, entre otras cosas, porque
un partido político se puede acabar disolviendo como un azucarillo, si en un
momento dado, cosecha escaso apoyo electoral) sean quienes tengan más crédito bancario?
Los partidos políticos, no tienen garantías reales, puesto
que si no fuera así, no deberían una millonada a los bancos.
En 2012 recibieron unas subvenciones de 209 millones €, pero
a final de año debían 237 millones. En definitiva, que quienes nos tienen que
administrar, son de hecho, muy malos administradores. ¿Y eso…?
El Tribunal de Cuentas emitió un informe de fiscalización
sobre el particular el pasado mes de junio, donde se muestra preocupado por el elevado
nivel de endeudamiento que tienen los partidos políticos con representación
parlamentaria.
La deuda de los 237 millones € se reparte entre todos, pero
hay algunos que deben más que otros: El campeón es el PSOE con 71,6 millones €,
a los que hay que añadir los 10,8 millones del Partido Socialista de Cataluña.
El Partido Popular con una deuda de 54,3 millones.
El PNV tenía una deuda de 28 millones.
CiU tenía un saldo deudor de 10 millones, pero los dos
partidos por separado que forman la coalición sumaban más débitos: Unió
Democrática debía 16,7 millones, mientras que Convergencia debía 3,5 millones.
Esquerra Republicana de Catalunya debía 2 millones.
Iniciativa per Catalunya debía 14,2 millones.
Eusko Alkartasuna-Amaiur, debía 2,2 millones
Bloque Nacionalista Galego, debía 4,3 millones y por último
Unión Progreso y Democracia debía 365.000 €.
Algunas de estas deudas son bastante antiguas pero ahí
están. ¿Y los bancos no les embargan cuando no pagan la tercera cuota?
Esperemos que estas deudas no sean condonadas por la banca,
puesto que está expresamente prohibida la condonación por los bancos, de deudas
crediticias.
El trato que tenemos, familias y empresas es un tanto
distinto: si una familia no puede pagar tres recibos de su hipoteca, el banco
le embarga el piso, o las garantías. En cambio a los partidos políticos, ni se
les embarga, ni tan siquiera se les reclama la deuda. ¿Será que están exentos
de embargo, o será que con ellos se hace la vista gorda? Si es lo primero mal,
si es lo segundo, peor.
Mijail
Etiquetas: quidijqlabancndcredt
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