jueves, 29 de mayo de 2014
El Confidente
La ONU
pierde la batalla contra la droga
A principios del siglo XX, las potencias internacionales se
plantearon luchar de una forma unánime contra las drogas que emergían en ése
momento.
En 1909 se reunieron en Shangai para combatir al tráfico de
opiáceos. La segunda reunión tuvo lugar unos años después, sirvió para fijar
una respuesta al tráfico y consumo de drogas que ha durado unos 100 años.
Básicamente, el acuerdo fijaba que había que combatir la oferta.
La campaña iniciada en China por Mao, entre 1950 y 1960 consiguió
erradicar el cultivo del opio, pero fue una lucha a sangre y fuego.
Finalizada la II Guerra Mundial, se creó el International Narcotics Control Board
para tratar de regular el comercio del opio. Fue durante la presidencia de
Richard Nixon cuando se estableció la llamada 'guerra contra la droga'.
Cien años después, resulta muy evidente que la guerra
mundial contra la droga ha fracasado. El coordinador de proyecto sobre política
internacional sobre drogas de la London of Economics (LSE), John Collins,
declara: "Es hora de acabar con esta guerra. Existe un amplio consenso y
suficientes evidencias para saber que la estrategia actual ha sido
desastrosa, no ha logrado su objetivo y ha provocado muchas consecuencias
negativas. Continuar
por esta línea no está justificado".
Esta misma idea figura en un informe de la (LSE) firmado por
cuatro Premios Nobel de Economía, por el ex primer ministro inglés Nick Clegg, por
el alto representante de la UE para Asuntos de Seguridad, Javier Solana y el ex
secretario de Estado de EEUU, George Shultz.
Los puntos esenciales del informe a gruesos trazos son:
Las políticas únicamente represivas se ha demostrado que han
sido erróneas y han tenido consecuencias muy negativas.
Debemos implementar que forme parte de la política anti
droga, el combatir no solo la oferta, sino también la demanda.
La nueva estrategia debería basarse en medidas de salud
pública eficaces.
Entre 167 y 315
millones de personas entre 15 y 64 años consumen drogas ilegales.
Los servicios de
salud para tratar la dependencia permanecen en general, olvidados.
Los firmantes del informe coinciden en que la presión
represiva ideada en su día por la ONU, no ha dado frutos para lograr un mundo
libre de drogas ha fracasado. Apuntan a que hay un consenso para no
criminalizar el consumo personal, de la misma manera que se reafirman en
implementar una nueva estrategia basada en medidas de salud pública eficaces y
combatir la demanda por medio de la concienciación de los ciudadanos.
Etiquetas: lonupoierdbatcondrog
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