viernes, 21 de febrero de 2014
El Confidente
Parece que Orwell era un profeta
El escritor inglés George Orwell, considerado como uno de los
autores fundamentales del pasado siglo,
murió en 1950 después de haber publicado la que consideran su obra capital y
quizás más conocida: “1984”.
Siendo miembro del Partido Laborista Independiente, se
alistó en España, para luchar en defensa de la II República durante la Guerra
Civil española. Lo que vio en las trincheras españolas le llevó a escribir: “La guerra de España y otros acontecimientos
ocurridos en 1936-1937 cambiaron las cosas, y desde entonces supe dónde me
encontraba. Cada línea en serio que he escrito desde 1936 ha sido escrita,
directa o indirectamente, contra el totalitarismo y a favor del socialismo
democrático como yo lo entiendo”. La experiencia le acabó inspirando la
escritura de “Homenaje a Cataluña”, donde se describen las luchas internas que minaban el bando
republicano.
Algo debe tener su “1984”, cuando a los 64 años de la muerte
del autor todavía se sigue leyendo. La novela refleja una sociedad dominada y
controlada por el Estado; una denuncia contra los totalitarismos, una trama
donde la principal función de la autoridad es vigilar a sus súbditos.
La sociedad que describe está dividida en tres grupos: los
“miembros externos” del Partido Único, el “Consejo dirigente” y por último una
masa de gente a la que el partido mantiene pobre y entretenida para que no
puedan ni quieran rebelarse; son los proles. Los “miembros externos” ejercen a
modo de burocracia vigilante del aparato estatal, sometiendo a la masa pobre a
un control asfixiante y a una propaganda alienante que los desmoraliza y les
impide cualquier pensamiento crítico. El Estado les suprime todo derecho y les
condena a una existencia mísera, mientras deben demostrar una obediencia y fidelidad
máxima al poder, ya que de lo contrario pueden perder la vida.
Desde el Estado, o desde el Partido Único, se organizan
manifestaciones donde los miembros externos, gritan consignas favorables al
Partido, clamando contra los supuestos traidores; quienes optan por pensar.
Todo ello acaba cristalizando en un desaforado fanatismo, junto a una policía
del pensamiento, que está permanentemente vigilando.
El poder vigilante de la unidad de pensamiento totalitario,
denunciado por Orwell, ha creado el icono de lo que se ha venido en llamar El
Gran Hermano (Big Brother). Cuando en el año pasado salió a la luz las revelaciones de
Snowden, que denuncian la vigilancia secreta y el control en las comunicaciones
ejercidas por parte del gobierno de EEUU sobre los ciudadanos, las ventas del
libro de Orwell se dispararon agotando prácticamente las existencias.
En 1949 Orwell escribió su obra “1984”, que en aquel momento
fue considerado un relato, o una historia de futuro-ficción, sin embargo
predijo acertadamente el futuro, las revelaciones de Snowden así lo confirman.
Etiquetas: parecquorwerproft
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