martes, 22 de octubre de 2013
El Confidente
Una deuda pública que no cesa
Desde el gobierno se nos dice estamos ante una recuperación económica
que repunta en el horizonte español. Se nos dice que empezamos a salir de la
recesión, que no nos preocupemos, que lo
importante es empezar a crecer, que nos estamos financiando a un tipo de
interés muy bajo, porque poco a poco se irá reduciendo el endeudamiento.
Hace pocos días, un banquero decía en un foro americano, que
en España “el dinero llega de todas partes”, en un claro guiño al optimismo que
intenta insuflar el gobierno en los ciudadanos. Otra cosa es, es constatar que
el dinero no llega a los ciudadanos.
Otro personaje que moralmente parece tener la obligación de
criticar al gobierno desde propuestas creíbles, se limita a pedir más déficit
para luchar contra el paro, tanto es así, que ante un grupo reducido de los
suyos, afirmó que “el déficit asegura el crecimiento”. Es decir, aumentar el
déficit ayudaría a que la economía se recuperase, cuando los grandes
economistas insisten en que la recuperación de nuestra economía, es mucho más
lenta y frágil, precisamente por el déficit que tenemos y el coste en impuestos para
financiarlo.
Según las previsiones del gobierno, el año próximo estaremos
en el 92% de PIB. Puede que este dato no diga nada a muchos ciudadanos, pero no
es tan difícil entender el símil si lo pasamos al plano doméstico: una familia
que mantiene deudas, no es aconsejable que asuma nuevas deudas y obligaciones
de pago, sino que lo correcto, sería procurar gastar menos para poder ir pagando
las deudas contraídas. No parece un buen sistema, gastar más de lo que se
ingresa.
Pero estamos hablando de financiar un Estado y al igual que
una familia, se puede encontrar además con imprevistos; los economistas hablan
de una deuda destructiva, cuando es generada por un gasto corriente
improductivo, es decir que no produce ningún efecto positivo y mantiene por
tanto, una confiscación de actividad económica a través de impuestos, restando
inversión y consumo.
Por otra parte, que ahora el coste de la financiación sea
bajo, lo que se conoce como prima de riesgo, no significa que permanezca
siempre así; hemos visto como ha bajada mucho la prima de riesgo española y por
tanto el tipo de interés, pero también hemos visto como ha subido al doble, el
tipo estadounidense y el alemán. ¿Y qué
ocurre si nos sube el tipo de interés?
Es muy peligroso tener una deuda del 92% del PIB y eso aún
sabiendo que Japón tiene una deuda del 200%, cuando esa deuda pública y para
que nos entendamos, que supera en 24 los ingresos fiscales del país. El peligro
de hundimiento económico para Japón, sería que les subiera la prima de riesgo,
cosa nada descartable, dada la incertidumbre que siembra el problema de las
centrales nucleares.
En una situación de depresión económica como la actual, la
población ve como se reducen sus ingresos, como menguan sus ahorros, como
disminuye la rentabilidad de los mismos, y como se ve reducida por tanto, su
capacidad de consumo. En cualquier caso, a mayor deuda pública, mayores dificultades para un país, cuando lo
que aconseja la UE, es que se procure gastar menos, o si se quiere, reducir un
poco la administración, ya sea eliminando coches oficiales excesivos,
eliminando asesores, cargos de confianza, personal interino y empresas públicas
sin ninguna utilidad pública conocida.
Etiquetas: undeudpublcqunoces
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