miércoles, 30 de octubre de 2013
Diario de a bordo
Unos arrendatarios,
arrendadores
Cuando creíamos que ya habíamos visto todas las posibles
modalidades de fraude, va y aparece otro nuevo. Imaginación al poder, que
decían algunos. Y esta es precisamente la mejor definición del asunto que acaba
de saltar a la palestra; cómo una pareja, desde su posición de “pareja real”,
es decir entroncados directamente con la Casa Real, extiende un contrato en el
que se alquila un palacete a sí misma, si bien el arrendatario es una empresa
instrumental que sirve “sólo para cobrar”.La Agencia Tributaria ha hecho llegar hasta el Juzgado nº 3
de Palma, es decir, al juez Castro, un contrato de alquiler. Se trata nada más
ni nada menos, que un contrato fechado en Barcelona, el 20 de diciembre de
2005, mediante el cual Urdangarín y la Infanta, alquilan su palacete de
Pedralbes a su propia sociedad instrumental Aizoon. Resulta curioso incluso,
ver reproducida la parte final del mismo publicada en El Mundo, donde figuran
sus firmas en tanto que arrendadores y arrendatarios. En pocas palabras y presuntamente, se trataría de un
contrato ficticio para engañar al Fisco, generando –siempre presuntamente- unos
gastos ficticios y buscando pagar menos impuestos.
Se da el caso añadido, que este edificio de la calle Elisenda
Pinós, no ha albergado ninguna sede conocida de la empresa Aizoon y además
según se dijo, esta empresa no tiene actividad profesional alguna desde 2003,
por tanto parece improbable, que le sea preciso pagar un alquiler.
Lo relevante para la infanta Cristina, quien estuvo a punto
de ser definitivamente imputada por el caso Noos, es que ahora ya no sirve -o cada vez sirve menos- el argumento tan peregrino de que la Infanta “no era
consciente” de lo que hacía a pesar
de ser en un 50% propietaria de la entidad Aizoon. Una empresa que al parecer,
no tenía otra finalidad que emitir facturas falsas para vaciar las arcas de la
entidad “sin ánimo de lucro” –o con él- que presidía Urdangarín. ¡Marchando,
una de ingeniería financiera!
Ahora vemos la firma de la Infanta en un contrato que parece
fraudulento en toda regla.
Se da el caso, que hace poco se publicó que la Infanta
pagaba gastos personales desde esa empresa, por tanto parece hasta indecente, seguir
alegando en su favor ignorancia o inconsciencia.
¿Qué más debe salir a la luz, para sentar a la Infanta en el
banquillo junto a Urdangarín? ¿Aún no son suficientes los indicios? Pensemos
que a un simple trapicheador de droga, se le detiene y mete en la trena
simplemente por llevar en el bolsillo más de una dosis para auto consumo; este
indicio legalmente parece ser suficiente.
Después de esto, aún pretenden que creamos, como decía el
Rey en su discurso, que “todos somos
iguales ante la ley”, pues miren no, parece que en el despacho de la Justicia,
cuando alguien de la Familia Real, o algunos capitostes de la política entran
por la puerta, la igualdad sale por la ventana.
Mijail
Etiquetas: unsarrendaarendador
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