viernes, 21 de junio de 2013

Diario de a bordo

Saltan las alarmas en la Galia

Para el Imperio Romano, la Galia era esa región occidental del continente, que quedaba entre el Mediterráneo y el Canal de La Mancha, conocida ahora como Francia; la guerra de las Galias fue un conflicto armado entre el procónsul Julio Cesar y las tribus galas que ocupaban esa zona. Ahora la lucha que se libra en Francia no es contra Cesar sino contra la mayor tasa de desempleo registrada en los últimos quince años.
La tasa de paro ha llegado al 10,8% (¡quien la pillara!) para el primer trimestre de 2013.  ¡Vamos, que Rajoy consigue rebajar la tasa de desempleo del 26% al 10,8% y le hacen un monumento en la Puerta del Sol y otro en cada Comunidad Autónoma!

El desempleo  se ha convertido en uno de los mayores problemas de Hollande, que ya no sabe qué hacer para combatirlo. El dato es el más elevado desde 1998, según datos publicados por el Instituto de Estadística francés (INSEE), cuando en el primer trimestre del año la economía francesa ha entrado en recesión.

Tom Bewick, del INSSO ha propuesto una reforma laboral  “para que el mercado sea más eficiente”. Pero vamos a ver; si lo que falta es más puestos de trabajo, cómo proponen una reforma laboral, en todo caso deberían proponer una reforma empresarial para que cree más puestos de trabajo, aunque en Francia como aquí, lo que hace falta y ese es sin duda el primer motor en una economía basada en el consumo, es que el personal tenga dinero y pueda consumir; si no hay consumo aparece el desempleo.

La teoría de Bewick, es que el único modelo que pueden emplear los gobiernos para hacer frente al aumento de desempleo, es reconocer que mundialmente tenemos una economía de “tres velocidades”, es decir la primera velocidad serían los mercados emergentes, Brasil, Rusia, India y China, en la segunda velocidad estarían otros países como Reino Unido, Francia, Alemania, siendo la tercera velocidad para países como España, Grecia o Portugal que se encuentran en depresión económica. Y lo que propone Bewick, son reformas estructurales adaptadas a cada país.

Llegados a este punto, uno se pregunta: si en un tema tan crucial como el del empleo, donde nos va el pan de los europeos, cuando se nos había dicho que la UE era garantía de igualdad para todos, cada cual tiene que espabilarse como pueda, de que nos sirve entonces tanta Unión Europea y tanta parafernalia?

Mijail

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