martes, 25 de junio de 2013
El Confidente
Breve historia de una Caja
Caja Madrid, hoy Bankia, estuvo presidida durante años por Miguel Blesa. Las palancas de poder del PP apartaron a Blesa para poner en su lugar al ex ministro Rodrigo Rato. Hace un año que Rato también tuvo que dimitir al descubrirse que había falseado los resultados de Bankia; de unos beneficios anunciados por él de 300 millones, se pasaba a unas pérdidas de 22.424 millones de euros. Rato se escudó diciendo que “había heredado de su antecesor en Caja Madrid, una alta exposición al sector inmobiliario”, mientras Blesa se defendía diciendo que él “no dejó ningún agujero negro”.
Al
descubrirse el asunto, hubo que poner una ayuda de los 22.424 millones con
dinero público para que Bankia (nacionalizada por ello) pudiera capitalizarse y
ser solvente. El año pasado, Fernando Restoy, presidente del Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), en comparecencia Parlamentaria,
explicó la situación diciendo que veía muy difícil poder recuperar los 22 mil
millones de ayudas públicas. Y que se habían tenido que pasar al banco malo (o
banco pésimo), unos activos inmobiliarios tóxicos por valor de 46.000 millones
de euros. Al final dijo que la alternativa a estas decisiones, era liquidar
Bankia, lo cual según los cálculos del FROB, hubiera costado a las arcas
públicas nada menos que 64.000 millones de euros (a groso modo parece que sea
la suma de las dos cantidades, ayudas más activos tóxicos); lo cual indica que
en un principio nos hubiéramos quedado igual, si bien es cierto que manteniendo
el banco y si todo va bien, con los beneficios derivados de su actividad, se
puede recuperar algo del dinero público invertido.
Oliver
Wyman desde el FMI y Bruselas, coinciden en que Bankia, no solo tenía más
riesgo con el ladrillo que nadie, sino que se dedicaba a refinanciar promotores
inmobiliarios (en una situación de crisis inmobiliaria), puesto que según estos
observadores, se refinanció en el 70% de los casos para que no fueran fallidos;
una práctica bancaria de lo más irregular y desaconsejable, que por otra parte,
supone engañar al Banco de España en lo que respecta a la obligada comunicación
de créditos, comunicando que se ha pagado un crédito, cuando en realidad se ha
concedido otro para pagar el anterior.
Son muchos los ciudadanos convencidos de que las investigaciones parlamentarias no son de ninguna utilidad y si hay algo que investigar debe hacerlo el estamento judicial. UPyD interpuso una querella ante la Audiencia Nacional en un proceso que llevará tiempo.
Son muchos los ciudadanos convencidos de que las investigaciones parlamentarias no son de ninguna utilidad y si hay algo que investigar debe hacerlo el estamento judicial. UPyD interpuso una querella ante la Audiencia Nacional en un proceso que llevará tiempo.
Entre
tanto, hemos puesto entre todos los 22 mil millones. Otros 347.338 clientes que compraron acciones de
Bankia han perdido su dinero y los 13.000 empleados han sido en gran parte
despedidos o están en peligro de serlo. Aquí hay que prever los 46 mil millones
de activos tóxicos que acabaremos pagando entre todos. En definitiva somos
muchos los perjudicados.
Blesa ha
estado una semana encarcelado y ahora sale en libertad explicando que es poco
menos que una víctima del sistema, Rato por su parte sigue tan tranquilo y aquí
no pasa nada. Pero a pesar de todo, oímos muchas voces (puede que interesadas o
partidistas), decir que ambos lo han hecho muy bien. ¿Y entonces, si lo han
hecho tan bien, cómo explican que el banco esté tan mal y nos veamos perjudicados
tantos españoles?
Son cosas
que pasan en este país, donde un pequeño traficante de droga puede ser
condenado a prisión y unos presidentes bancarios, cuya gestión ha perjudicado a
muchos españoles y en mucha mayor cuantía dineraria, pues seguramente se irán
de rositas. ¿Debemos permitirlo? ¿Dónde estamos, en una democracia o una
chorizocracia?
Etiquetas: brevehisgtoridunacaj
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