miércoles, 22 de mayo de 2013

Diario de a bordo


De banquero a banquillero

Miguel Blesa ha sido el primer banquero en ser cazado por las redes de la Justicia. Hubo otro que fue machacado por misma causa, pero de esto hace ya muchas lunas.  Blesa, inspector de Hacienda, amigo antiguo de Aznar, entró en la red de la Justicia, porque presuntamente, instó una operación de compra: un banco de Florida que agujereó a Caja Madrid con 500 milloncejos.  Ya ven, pásese uno treinta años como mandamás en la Caja para acabar así, de banquero de lujo a tener que sentarse en el banquillo y dormir una noche en el banco carcelario.

¡Como está el mundo y cómo cambian las cosas¡  No hace tanto que se hablaba de Caja Madrid casi con reverencia, ahora en cambio, entre el agujero patrimonial y las preferentes chorizas, pues como que Caja Madrid, o sea, Bankia, ha pasado a ser un nombre maldito y detestable. Por lo menos así parecen entenderlo los estafados por preferentes y subordinadas, que aprovechan cualquier sucursal al paso, para pitar, gritar y cacerolear cual posesos en trance. Lo que sienten en el fondo, es que no se pueda reescribir la historia. Ahora no les engañarían, dicen.

De momento, Doña Justicia sacando pecho, dice tener nueve juicios abiertos contra entidades bancarias, con 90 directivos acusados. Bien, pero no nos olvidemos, que esto nos ha llevado a enterrar (de momento)  40.000 millones de euros del Presupuesto del Estado, lo cual añado, me parece un expolio.  Se dirá y no sin razón, que todo proviene de largos años de presunto (o no tan presunto) saqueo, pero ahí está.
Quienes están mínimamente enterados pueden preguntar: ¿Y quiénes estaban en los Consejos de Administración de estas entidades bancarias. Qué pasa con ellos? Bueno, pues estos políticos, sindicalistas y empresarios, eran felices estando allí, cobrando tan ricamente; ellos se limitaban a asistir, a asentir, a firmar. He oído que dicen, no sabían nada, no leían nada, no se enteraban de nada. Pero eso sí, cobraban mucho.
¿Y cómo fue posible que todo ello sucediera?  Pues muy fácil, ni la CMNV, ni el Banco de España que tenía encomendada las labores de vigilancia del sistema bancario, hicieron nada por evitarlo. Hablando en plata, Fernández Ordonéz, por aquellas fechas gobernador del Banco de España no vio nada, no se enteró de nada, tampoco parece que leyera nada, mi mucho menos que preguntara nada. Me da la impresión que convirtió a la antes eficaz y temida inspección del BdE, en un colectivo que no veía, no oía y no hablaba. Ante ello uno se pregunta: ¿Y a quien convenía esta actitud de convidados de piedra?  Convenía a los ciudadanos a tenor de lo que estamos viendo?  Pues no. Entonces a quien convenía?

De momento Doña Justicia, no ha sabido explicar por que no ha llamado también a Fernández Ordoñéz  y a miembros del Consejo de Administración.  No nos asegura que recuperemos los 40.000 millones, pero me parece que tampoco tiene intenciones de explicar, a quién convenía tanta farsa bancaria. Ergo, para que nos sirve Doña Justicia?

Mijail

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