jueves, 21 de marzo de 2013

Diario de a bordo


Un chipriotazo a modo de escarmiento

El pasado domingo un país de la UE más bien pequeño, se vio catapultado a la fama y no precisamente por un descubrimiento arqueológico, pongamos por caso, sino por otro tipo de descubrimiento: los europeos acabábamos de tomar conciencia de la poca seriedad que demuestra tener la unión; donde dijeron que nunca jamás se rebanarían los depósitos bancarios de los ciudadanos, resulta que ahora sí pretenden hacerlo. Esta particularidad que no es cosa pequeña, supone sentar un precedente, al poner en riesgo el principio más sagrado de la banca como es, la garantía de depósitos.  Yendo un poco más lejos, la quiebra de este principio puede suponer incrementar y mucho, las posibilidades de fracaso en la unión bancaria europea.

Establecer una quita del 6% o del 9% en los depósitos bancarios, en una Unión Europea, donde el único sistema económico implantado es el del libre mercado, vemos como efectivamente, el mercado, en ese caso la banca, no es libre, sino que está siendo  tutelado por el poder político, como en los viejos tiempos.

Claro que, el presidente chipriota dice que sintió que la UE le chatajeaba, porque si no pasaba por su dictado, veían poco probable que se aprobara un rescate a la isla de 10.000 millones de €, con lo cual ya podían ir pensando en declarar la bancarrota.

A lo que parece, los ciudadanos europeos no acaban de entender esta medida. Para ello deberían mirar el panorama de la UE con una cierta amplitud: aquí quien manda es Herr Merkel y no está dispuesta a que Francia, siga sin ponerse a sus órdenes cuando lleva varios años reclamándoles dos cositas: que se aumente la jornada laboral en Francia y que se retrase la edad de jubilación. Merkel no está resignada a no poder imponer su austeridad en la otra gran economía europea, que más sombra pueda proyectar económicamente hablando, sobre Alemania.
No en vano, hace poco que Merkel advirtió públicamente a Hollande, que debe cumplir con sus objetivos de consolidación fiscal para este año, con lo cual debe limitar su déficit presupuestario al 3% de PIB.

El chipriotazo, dado a modo de puñetazo merkeliano sobre la mesa, no es más que una seria y quizás última advertencia a Francia, que deberá pasar por los dictados merkelianos. Aunque también es una advertencia para todos los demás  ¡Cuidadin, cuidadin!

Pobre Hollande, que está entrando en un jardín de problemas; se verá entre la espada de Merkel y la pared de los franceses sublevados. Que nos sea leve.

Mijail 

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