martes, 12 de febrero de 2013

Diario de a bordo


¡No hay pan para tanto chorizo!

¡Cómo han cambiado los tiempos! Ahora cada día me desayuno con otro escándalo, o con un birloque más, ya sea burdo o ingenioso.  Y es que la picaresca en este país no para.
De todos modos, alguna cosa parece estar cambiando y me explicaré: el caso Bárcenas de destapó la semana pasada y el jueves ya estaba declarando, e incluso, escribiendo de propio puño y letra cinco folios.
La UDEF no para de darle vueltas a las cuentas de los Pujol y Mas. 
Los falsos EREs de la Junta de Andalucía, parecen estar siendo investigados a fondo, aunque sea lentamente.
Camps se ha tenido que sentar con sus trajes en el banquillo.
Matas el del velódromo sobrevalorado, ha emprendido un largo peregrinaje de Juzgado en Juzgado.
Pepiño Blanco está imputado por el caso Campeón y con ello ha imputado colateralmente a Oriol Pujol, a quien en CiU ya dan por amortizado.
Un Prenafeta y un Alavedra fueron pillados en el caso “Pretoria”, donde también cayó el alcalde Muñoz.
Millet  es el imputado tranquilo que no tiene ningún temor por su estado procesal, porque creo  “sabe demasiado”.
Munar ha dejado de ser la “princesa” de Mallorca, al haber sido condenada.
El antiguo caso “Pallerols” ha devenido al pago de lo percibido en la corruptela y salpica a Unió y a su líder, Duran, quien parece no podrá resistir la presión acusadora de la oposición.

El correoso Correa y el mostachudo Bigotes, siguen unidos a un sumario llamado Gurtel.
Urdangarín el yerno del rey, está imputado y la Infanta podría acabar siéndolo también.
Mato está prácticamente cesada como ministra, y ya veremos si Gallardón no andará el mismo camino, por haber colaborado con Urdangarin.
El alcalde de Sabadell, con cara de buen chico, ha tenido de comparecer ante el juez por mucho menos.
Y me malicio que saldrán más personajes a la palestra. Pero vamos a ver: si caen el yerno del rey y posiblemente la infanta, que pueden esperar todos los señalados, que están por debajo en protocolo?

En resumen, a los pícaros del ayer, ya sean los, Juan Guerra, Roldan, Barrionuevo, Vera, Salanueva, Corcuera, Rubio, Sala, les suceden la lista de los actuales.  Para mí la explicación a tal fenómeno resulta ser muy simple: hay personas que cuando tienen un dinero que no es suyo al alcance de la mano, no resisten la tentación de tomarlo.
Como fuere, que carecemos de un test que permita comprobar las intenciones de deshonestidad de los candidatos a cargos públicos, lo único que cabe, es redoblar la eficacia judicial con mayor dureza si cabe, y por supuesto, sin indultos.

Que no me vengan con unas vehementes intenciones de Regeneración. La Regeneración no puede ser en ningún caso, un parapeto de punto final, que sepulte todos los latrocinios cometidos, y a partir de aquí, vamos a portarnos todos bien. No. Los trincones al trullo para que vivan unas nuevas y merecidas experiencias.
Si las leyes anti-trinque se endurecen, pues mucho mejor, pero de momento, los mangantes a la trena.

Sin ir más lejos, The Economist, acaba de publicar un editorial criticando la corrupción en España, al final añade que en manifestaciones aparece una pancarta que dice: "there isn’t enough bread for so many chorizos!", o lo que es lo mismo: ¡No hay pan para tanto chorizo! Eso mismo pienso yo; los chorizos que no sean para comer, hay que guardarlos en la cárcel.

Mijail

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