viernes, 21 de septiembre de 2012

Diario de a bordo


















“Un comentario desafortunado”

Hay muchas formas de decir las cosas, pero cuando una persona ocupa cargo público y por tanto cobra sueldo público, parece que su comportamiento debe ser en todo momento modélico, cuando no, cauteloso, en sus declaraciones públicas y si no es así, si se equivoca y patina, pues debe dimitir directamente.

La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, efectivamente estuvo, como ella misma reconoció al día siguiente, desafortunada en sus comentarios, pero sólo hubiera podido borrar en parte su desliz si hubiera pedido perdón. Justificarse simplemente diciendo, que  “Todo el mundo puede hacer alguna declaración desafortunada”, no hace sino remarcar aún más, aquello tan feo que llamamos prepotencia. 

La presidenta De Gispert se lamentó que “Si bajamos aún más el sueldo a los diputados ya no sé como iremos” añadiendo que cuando entró ella como diputada en el 2003, cobraba 3.000€ al mes, la misma cantidad que cobra hoy día un parlamentario raso, como si esa cantidad fuera poca cosa. Aunque puede que todo sea cuestión de apreciaciones, porque yo sé de oficinistas, funcionarios, taxistas, vendedores, carpinteros, mecánicos o incluso parados, que nunca hemos cobrado los 3.000€ al mes?

De Gispert lamentó que con sus declaraciones alguien pueda sentirse ofendido; pues sí, debe tener por seguro que los ofendidos somos unos cuantos. Pero es que hay más, estas declaraciones demuestran una falta de humildad, de sensibilidad social y sobre todo, una gran dosis de prepotencia para con los ciudadanos que le pagan el sueldo. Un sueldo el suyo, que por lo que veo, debe ser bastante más de los 3.000€.
Está muy claro; la presidenta hace costado a los sueldos de sus compañeros diputados, pero poco parece importarle el menguado sueldo de sus compañeros ciudadanos.
Con políticos tan encaramados al cargo, con tan poca sensibilidad social y tan prepotentes, no creo que consigamos salir del atolladero.

En cualquier caso, yo le propongo a la Sra. De Gispert mi propio “Pacto Fiscal”: aprobar una ley que limite a 1.500€ mensuales, el sueldo máximo por todos los conceptos, de los diputados, alcaldes etc etc. Pero es que además, estoy convencido de que aún siendo cargo público, yo no tendría que  “lamentar haber hecho unos comentarios desafortunados”  con este planteamiento.
¿Qué tal les suena esto?

Mijail

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