miércoles, 5 de septiembre de 2012

Diario de a bordo


  
Divar, quien en teoría, era "un santurrón"  Quien fuera presidente del Tribunal Supremo y del Consejo del Poder Judicial, Carlos Divar, dimitió de su cargo a finales de junio, desbordado por la presión que sobre él ejercían los desmentidos de sus propias justificaciones sobre sus dispendios.
Un vocal del Consejo, J. Manuel Gómez, denunció que presuntamente, su presidente estaba gastando desde su cargo, dinero público indebidamente en viajes particulares. Divar lo negó reiteradamente, añadiendo que todos eran viajes motivados por su cargo y que tenía las facturas; unas facturas que aún esperamos ver.

Para empezar, los Ayuntamientos de Marbella y Málaga, “no pudieron asegurar” a dúo, que su alcalde se reuniera con Divar en acto oficial; además se da la inexistencia de notas informativas sobre estos actos aparentemente públicos. Tiene gracia, que en una de estas fechas en que Divar dijo haberse reunido con el alcalde de Málaga, asistieran al acto cinco vocales del CGPJ, quienes aseguraron no haber visto por allí a su presidente, ni por televisión.

Lo que se denunció, era que Divar había realizado veinte viajes privados a Marbella y Málaga, además parece que se tomaba unos fines de semana largos de cuatro días. En cierto medio informativo, se llegó a comentar que en Puerto Banus los mejores restaurantes sabían que a Don Carlos le gustaban las langostas a pares. Vaya, será que si veía una en el plato, la encontraba poco acompañada? Lo pregunto porque se comentó, que en esas cenas le acompañaba otro señor, o en otras palabras; estábamos pagando también la cena a su acompañante? Bueno, pues todo esto no es barato que digamos.

A las sospechas, fundadas creo yo, sobre el abuso de poder que ejercía Divar sobre fondos públicos, se une la posibilidad de que el Presidente, de los 4.800 jueces españoles, nos mintiera sobre las causas de sus viajes a Marbella y Málaga.

El ya ex presidente y autor de los polémicos viajes, solicitó hace poco al CGPJ una indemnización de 208.000 € por haber dejado su cargo. Aquí cualquiera con un poco de sentido común se puede preguntar: ¿Se va del cargo y encima le tenemos que indemnizar? Pues sí señor, porque resulta que existe una normativa, que me parece indecente e inadecuada, cual es, que se tenga derecho a percibir esta indemnización cuando se ha ocupado un “alto cargo”.

Ahora Divar para lavar un poco su imagen, ha presentado un escrito renunciando a esta indemnización, ante lo cual, el presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, remata diciendo que ha renunciado porque la ley dice, que cobrar una pensión (Divar es pensionista) es incompatible con percibir esta indemnización. Añade Sala que, “indudablemente, el respeto al dinero público es algo sagrado que no se debe en absoluto contrariar”. Está bien que lo diga, porque creo que hay más de uno que no lo sabe, o por lo menos finge no saberlo.

Se dijo en su día, que fue Garzón quien recomendó a Zapatero su nombramiento; “Es un santurrón pero no te ocasionará problemas”. Divar, en una entrevista radiofónica declaró preferir la justicia divina a la justicia humana.
Al final, el ex presidente del TS y del CGPJ, nos ha resultado un obispillo avispado, si bien todo esto me ha parecido un claro asunto de “pandereta” con unos toques muy patéticos.

Mijail



Denuncia que Divar se veía con un hombre en hoteles de lujo

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