jueves, 7 de junio de 2012
Diario de a bordo

Cuando un tranvía atropella a unos presupuestos
Lo que algunas veces hemos oído, es que algún peatón ha resultado atropellado por un tranvía, sin embargo que un tranvía atropelle a unos presupuestos, resulta ser caso distinto, pero en ningún modo irreal.
Tomás Gómez, llamado el “invictus” (aunque perdió las últimas elecciones) y actual líder del PSOE de Madrid, se empeñó en instalar en las calles de Parla, municipio de 30.000 habitantes del que era alcalde, un tranvía que pudiera comunicar el barrio nuevo con la zona del casco antiguo. Si Madrid tiene Metro suburbano, Parla tenía que tener tren urbano aunque fuera de superficie; así que el proyecto costó 129 millones de euros sufragados de la siguiente manera: la Comunidad de Madrid aportó 44 millones, mientras que el Ayuntamiento parleño se comprometió a pagar 85 millones hasta 2037. Hasta aquí todo queda muy bonito, pero pasado el tiempo se demostró, que Tomás Gómez, el alcalde parlanchín de Parla, no cumple lo que promete y el Ayuntamiento desde 2009 dejó de pagar a Alstom, empresa instaladora y encargada del mantenimiento del tranvía. Por lo que en noviembre pasado, Alston se desentendió del mantenimiento de la instalación después de no cobrar una deuda de 6,5 millones de euros.
¿Cobrará Alston los 85 millones de euros? No lo sé, aunque también ignoro si los alemanes saben que es el Cobrador del Frac?
La pregunta inevitable es: ¿Era tan necesario gastar los 129 millones en un tranvía para 30.000 habitantes? ¿No hubiera sido más práctico y económico, utilizar autobuses como tenían y ahora tienen?
En otro Ayuntamiento gobernado por otro alcalde del PSOE, también se dio el mismo acontecimiento; en Vélez-Málaga el entonces alcalde, Antonio Souviron, inauguró en 2006, una línea de tranvía de 3,5 km, que cubriría el trayecto Vélez-Málaga / Torre del Mar. Después de acumular unas pérdidas de 2 millones de euros, se acaba de cerrar porque el número de usuarios era escaso. En este tranvía se invirtieron 40 millones de euros procedentes de subvenciones europeas.
Según el actual concejal de transportes, para que no hubiera déficit, tendría que haber un mínimo de 300.00 habitantes en la zona, cuando apenas cuenta con 60.000, un dato que ya se conocía cuando se proyectó. Pero es que además, ya existía entonces una línea de autobús regular con mejor oferta, puesto que enlazaba además con otros municipios.
Son dos tranvías en los que nunca deberíamos habernos subido, dos proyectos faraónicos semejantes y con idénticos resultados: una malversación de fondos públicos muy parecida a la de los aeropuertos sin aviones, que alcaldes del PSOE y del PP, se empeñaron en construir.
Como sea que servidor paga impuestos, se siente legitimado para preguntarse si no habrá cierto paralelismo económico de fondo entre todos estos proyectos, que viéndose inicialmente fracasados, se han ejecutado dilapidando gran cantidad de fondos públicos?
Si ando equivocado en mis sospechas, ruego me lo demuestren.
Mijail
Etiquetas: cuanuntranatrpupresup
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