miércoles, 4 de abril de 2012

Diario de a bordo



Del eslogan a la realidad

Durante el franquismo, a algún jerifalte de la dictadura se le ocurrió un eslogan publicitario que se haría famoso; su “España es diferente”, era un claro intento por atraer más turistas hacia nuestro suelo patrio, que contribuyeran a sostener nuestra economía.
Presiento, que quien inventó la frase se colocó una medalla delante del régimen, pero no era consciente en aquel momento, de la realidad histórica que acabaría encerrando el significado de su frase, porque lo cierto, para bien o para mal, es que España y en muchos aspectos, continua siendo diferente al resto de nuestros vecinos europeos e incluso mundiales.

Somos tan diferentes a los demás países europeos, que hasta somos el no va más en tasa de paro; se ha publicado que estamos ya en el 24%, cuando la media europea no llega ni a la mitad.

La burbuja inmobiliaria en su explosión descontrolada arrasó con todo, dejando a cantidad de familias en la calle, con deudas y sin vivienda. Recordemos que fue una burbuja inmobiliaria apoyada y consentida por un Gobierno, que en ningún momento avisó o alertó a las familias españolas, sobre el peligro que podía entrañar el boom inmobiliario en el que se estaban empantanando.
Tener la boca cerrada, fue toda la labor de alerta, vigilancia y asesoramiento, que hizo el Gobierno, en clara dejación de su labor de prevención social.

En Estados Unidos, también hubo como aquí, burbuja inmobiliaria; sólo que allí tienen un 9% de tasa de paro. Pero han hecho algo mejor: el Fiscal General, Eric Holder se preocupó por el tema; después de 16 meses de negociaciones con las principales entidades bancarias, ha conseguido un acuerdo mediante el cual, los cinco grandes bancos del país, J.P. Morgan, Citigroup, Bank of America, Ally Financial y Wells Farg, pagarán 26.000 millones de dólares a parte de sus usuarios, por los abusos inmobiliarios cometidos. De esta cantidad, 10.000 millones van destinados a reducir la deuda de quienes se acercan próximamente a perder su hogar.

Entiende el Gobierno, que evitar a más familias, perder sus viviendas hipotecadas, contribuirá a dar estabilidad al mercado inmobiliario, aún lastrado por la crisis que empezó en 2008.

En nuestro país, donde se repite la misma situación de desastre inmobiliario que en EEUU, también tenemos un Fiscal General, pero dicho con todos mis respetos, entiendo que esta figura institucional, debería tener una utilidad ciudadana, que estuviera por lo menos a la altura del fiscal de EEUU y si no la tiene, para qué le pagamos un buen sueldo? ¿De qué nos sirve? ¿No será también este, un cargo prescindible en tiempos de recortes?

Mijail

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