jueves, 1 de marzo de 2012

El Confidente



La incoherencia alemana

La incertidumbre arrecia sobre Grecia, la troika de la UE le exige más recortes para superar su deuda. A Grecia se le exigen más y más garantías, para entregarle los millones que precisa y no entrar en bancarrota.
No es ningún secreto, que quien más aprieta las tuercas a los helenos (como a los españoles) es Alemania, que exige poder recuperar las inversiones que sus bancos hicieron en bonos griegos. La quita sobre la deuda helena no ha ampliado la confianza en la capacidad griega, para devolver la deuda restante.

Alemania parece querer darnos lecciones de recto proceder, cuando quizás no estén en condiciones de darlas y parece que no se corresponde con la seriedad que se les supone, el pecar de desmemoriados.
Alemania Federal tuvo que digerir la unificación con su vecina Alemania Democrática, a base de exportar sus productos industriales al resto de Europa, a estos países que ahora consideran somos unos vagos dilapidadores; no era esa su apreciación cuando teníamos dinero y comprábamos sus exportaciones.
Y si el resto de europeos no hubiéramos comprado sus productos, gracias al mercado único urgido desde Bruselas, seguramente los teutones seguirían con su pesada digestión, así que probablemente estarían igual que estamos nosotros ahora; con una economía reventada.

Aquí cabe añadir, que los bancos alemanes que invirtieron en bonos griegos, lo hicieron buscando altas rentabilidades, financiando productos propios, sin medir los riesgos de sus inversiones.
En cualquier empresa privada, es corriente que apuesten por unas inversiones que pueden resultarle beneficiosas, aunque también pueden ser ruinosas. En este caso, el gobierno alemán no sabemos que ayude a una empresa que se ha equivocado en sus inversiones, sin embargo si vemos que ayuda con afán a la banca alemana, que imprudentemente invirtió en bonos griegos, sin plantearse siquiera, si los griegos podrían pagar sus deudas. Lo que sí podemos plantearnos es: ¿cómo ahora miran nuestra economía con una lupa de cuarenta aumentos, si en el pasado ni tan siquiera nos miraron?

La contundente Canciller Angela Merkel, no parece tener unos valores demasiado sólidos; quien fuera Secretaria de las Juventudes Comunistas en su Instituto de Física de la República Democrática Alemana, ahora aparece como líder de un partido conservador. Es lo que tiene el carácter camaleónico de algunos políticos actuales. Y ponerse una medalla que a uno no le corresponde no es delito, pero es por lo menos feo; Merkel ingresó en la organización disidente de la RDA, Neus Forum en noviembre de 1989, es decir, a las doce menos cinco de la caída de la Unión Soviética.
Ni Merkel parece tener un comportamiento coherente, ni parece serlo su política: si los países europeos no podemos comprar sus exportaciones, Alemania también puede entrar en dificultades económicas. Seguramente la solución más acertada, sería encontrar un equilibrio entre recuperación de deuda y reactivación económica.

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