martes, 20 de marzo de 2012

Col·laboradors



Cuidado con los productos de limpieza

Es corriente que veamos aparecer en centros comerciales, nuevos productos que aseguran una limpieza increíble. Se trata de unos productos que pueden hacernos más fáciles las tareas domésticas o laborales; simplemente para limpiar algo, no hace falta frotar y frotar, sino simplemente aplicar un producto químico que se presenta en una botella plástica con alegre colorido y con una etiqueta que asegura limpiar hasta el oxido.

Hasta aquí el marketing comercial, pero después hay que ver si estos productos tan bien presentados e incluso tan difundidos por campañas televisivas o mediáticas, pueden tener contraindicaciones para nuestra salud.
Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), dos de cada diez casos de asma bronquial se desarrollan en el puesto de trabajo. Es decir, los trabajadores del sector de la limpieza, son los que en teoría, están más expuestos a contraer estas enfermedades.

En los países desarrollados, donde se usan productos químicos para limpiar, el asma es ya la enfermedad respiratoria ocupacional más extendida. Es por tanto una enfermedad profesional. Lo cual no exime, de que también podamos contraerla en el ámbito doméstico. No todos somos iguales y lo que a una persona puede afectarle por haber tenido un contacto prolongado con una sustancia tóxica, en otras personas puede afectarlas seriamente, simplemente con un contacto pequeño; sería el uso doméstico.
Los síntomas del asma son: silbidos al respirar, tos, sensación de falta de aire y opresión en el pecho.

De momento se considera que los productos químicos contenidos en los productos de limpieza, tales como compuestos a base de amoníaco, sprays desengrasantes, lejías, salfumán y otros desinfectantes.
En principio, todos estos productos deben ser utilizados (ya sea doméstica o industrialmente) en la proporción indicada en el prospecto, usando guantes de goma, mascarilla y con las ventanas abiertas, es decir con buena ventilación. Otro consejo es que no deben usarse en exposiciones prolongadas.

Otra característica de estos productos es que están produciendo una contaminación medio ambiental, puesto que se van acumulando en las aguas residuales que van a los ríos; un aspecto este, que ya se está detectando.
En el pasado mes de junio, se celebró en Madrid el V Congreso Internacional de Medicina Ambiental, donde se extrajo como conclusión, “alertar sobre el riesgo del uso abusivo de químicos tóxicos en productos que usamos todos los días en nuestros domicilios o en lugares de trabajo”.
Por último nos quedan unas importantes recomendaciones: nunca debe mezclarse amoníaco con lejía, ya que esta mezcla genera un gas tóxico e irritante llamado cloramina.
Tampoco hay que creer inocentemente que inundando la superficie a limpiar con grandes cantidades de producto, va a mejorar el resultado final limpiando con mayor profundidad; en realidad lo que están haciendo es generar grandes concentraciones de producto y gases en el aire respirado que nos pueden perjudicar.


Siempre que utilicemos estos productos, hay que hacerlo por sistema, en las cantidades recomendadas, con guantes, mascarilla y con una buena ventilación.

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