lunes, 2 de enero de 2012

Diario de a bordo


“El inicio del inicio”
  
La comparecencia para explicar los acuerdos del Consejo de Ministros de pasado viernes, ha sido seguramente, una de las que ha levantado más expectación en los 32 años de democracia. No en vano, comparecían cuatro ministros a la vez arropándose unos a otros, señal inequívoca de que las decisiones tomadas eran graves. La vicepresidenta Soraya no pudo ser más explicita cuando empezó diciendo: “Es el inicio del inicio”. ¡Se me pusieron los pelos de punta! ¡Pues si esto es el inicio, no te digo nada de lo que pueda ser el final!

Que el agujero heredado no es cosa pequeña, es algo que estoy seguro teníamos interiorizado la mayor parte de los ciudadanos, pero al final ha resultado ser una quiebra como la copa de un pino; el Gobierno anterior había confesado unos 16.500 millones, pero resulta que se han encontrado con 37.500 millones. Nada, una bromita de mal gusto del Gobierno anterior; de los que fueron a por votos y salieron botados.

Supongo que todos los votantes del 20-N eran conscientes de los sacrificios que se avecinaban; lo que ignoraban era la magnitud del sacrificio que se les exigiría. La exigencia genera inevitablemente una indignación con los actuales gobernantes, que en buena justicia, debería dirigirse hacia los autores del desastre, los cuales dicho sea de paso se han quedado tan anchos; incluso acaban de ser condecorados con la Cruz de Isabel la Católica. ¿Tenían algún mérito para ello?

Yo diría que podemos llegar a un punto, en el que sean pocos los ciudadanos quienes no respalden ya ni tan siquiera moralmente, las tesis de “los indignados”, entre las que se encuentra una gran pregunta: ¿Pero donde ha ido a parar todo el dinero que ahora debemos?
La indignación de los españoles de a pié, no para de crecer y más cuando ven que los autores del zapaterazo se han ido de rositas tranquilamente, después de cobrar sus buenos sueldos para meternos en semejante desastre. Pues mira, en Islandia se sentó en el banquillo al primer ministro.

Cuando el gerente de una empresa, agujerea ya sea errónea o dolosamente, el capital de la misma, se le puede pedir responsabilidad ante los tribunales. Aquí sin embargo, ante la mayor quiebra histórica del Estado desde la muerte del dictador, no se les va a pedir ni la más mínima responsabilidad.
Parece que pedir responsabilidades penales a los actuales autores del desastre, reconciliaría a los españoles con su clase política; sería además, una forma de que retomaran la fe en la justicia, siendo este un elemento esencial para cohesionar a los españoles, en torno a la democracia.

Me gustaría creer lo contrario, pero pienso que en este país no quedan demasiados ciudadanos que crean firmemente en nuestra democracia. Otra cosa es, que usen su derecho al voto, intentando mejorar sus condiciones de vida o incluso, como arma política con la que descargar parte de su rabia contenida.

Otra cosa es, que los sacrificios consecuencia del “inicio del inicio” y los que vengan después, los tengamos que pagar en gran parte siempre los mismos. Si el Gobierno habla de “un ajuste progresivo”, deberían cargar el mayor esfuerzo en los más ricos, lo contrario nunca será un ajuste progresivo. Parece también que las empresas públicas deberían ser eliminadas, al igual que los aeropuertos y tramos de AVE infrautilizados, en tanto que infraestructuras costosísimas con escasa utilidad pública. También parece que sobran coches oficiales, además de cargos triplicados y hasta cuadriplicados. No digamos ya de los innumerables e innecesarios asesores.

Dice Merkel que el año nuevo no viene con un pan debajo del brazo, pues mire ciertamente es así; casi parece que venga con un palo.

En tanto llega la segunda oleada de recortes y subida de impuestos, les deseo a todos un Feliz Año Nuevo.

Mijail

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