viernes, 2 de diciembre de 2011

El Confidente



Una pregunta para Merkel

Resulta asombroso, el lavado de cerebro que sufrimos los ciudadanos por parte del establishment o lo que normalmente conocemos como “sistema”. La población solemos padecer un bombardeo repetitivo de ciertos conceptos que sin averiguar su certeza, acabamos asimilando como irrefutables.
Los mitos forman parte de este adoctrinamiento: Se nos ha dicho por activa y por pasiva, que Alemania es el país modelo, concretamente el modelo a seguir y como tal, se nos ha mitificado el modelo alemán. Con esta mitificación lo que se consigue al final, es que ciudadanos de un país estén permanentemente irritados con los de otro, como si los segundos tuvieran la culpa de la crisis. Pero vayamos al fondo del asunto: crear este mito, permite a la casta financiera, implantar a modo de salvapatrias su modelo económico, sin responsabilizarse en ningún momento de sus anteriores decisiones equivocadas.

Ahora se nos dice que no se pudo prevenir la crisis. No es cierto, en 1998, un informe firmado por 155 economistas alemanes (algunos en el Gobierno) resumía: “El estado actual de los asuntos económicos no es adecuado para empezar una unión monetaria. Un retraso debe ser considerado”. Es decir, en 1998 se estaba avisando de que implantar el euro con el proyecto del actual acuerdo europeo, llevaría al desastre, ahora lo vemos con Irlanda, Portugal, España, Italia, Grecia. Entonces, si se sabía, cómo se siguió adelante sin adoptar medidas? ¿Cómo Alemania estando prevenida del desastre miró para otro lado?

En 1989 cayó el muro de Berlín y la zona del Este se añadió a la Alemania Federal (Oeste). En 1990 comenzó la unificación de Alemania; consecuencias: al marco, moneda común en ambas zonas, se le dio el mismo valor para todos, pero la pobreza de la zona Este, era un pesado lastre para la Alemania unificada y presagiaba una pesada digestión. ¿Y cómo se ha hecho esta digestión? Muy sencillo: la mayor parte del crecimiento industrial alemán esta basado en la reducción de salarios que sufrieron sus trabajadores a partir de este momento. El fuerte ajuste salarial, recogido en el Plan Hartz, puso las bases del crecimiento alemán, mientras los trabajadores tenían un recortado poder adquisitivo. Existe un informe posterior a la unificación, que dice: un 20% de los ciudadanos de la zona Este, viven en unas condiciones precarias. Es más, existen datos posteriores, según los cuales en 2004, el 13% de los alemanes vivía en el umbral de la pobreza, que en 2007 aumentó hasta el 18%. Luego el mito del dinamismo empresarial alemán, en el fondo no esa otra cosa que una fuerte reducción salarial. Es lo que ahora Merkel exige a países como España.

Otro mito que nos intentan inculcar, es que en Alemania los trabajadores tienen una gran productividad; los datos que se pueden consultar, dicen que la productividad alemana está en la misma media que la europea.

Y hablando claro, si los socios europeos del sur (gastadores, dicen los germanos) no hubieran importado durante estos diez años los productos alemanes, Alemania aún estaría en plena digestión de la zona Este. Ahora en cambio, son ricos y dirigen sus exportaciones a China.

Alemania exige a España que reduzca su déficit público al 3%, pero no se acuerda de que Alemania incumplió repetidamente el tratado de Maastricht : en 2002 tenía un 3,7%, en 2003 un 4%, en 2005 un 3,2% y una deuda del 67,9% del PIB. Y todo ello sin ser sancionada.

Dice Merkel que las deudas están para ser pagadas. Estamos de acuerdo y tanto Grecia como España deben pagar sus deudas. Pero las deudas deberíamos pagarlas todos, no? Merkel debería recordar que Alemania firmó después de la primera guerra mundial el Tratado de Versalles, según el cual, Alemania debía pagar 132.000 millones, pero después se le concedió una moratoria y en 1924 se condonó la deuda pagando una cantidad simbólica (Plan Dawes), ahora sin embargo, exige con firmeza el pago de la deuda a Grecia.

En resumen, a la vista de estos hechos, incluso podríamos pensar que los países quebrados hemos sido victimas, o por lo menos hemos formado parte de un plan enriquecedor para los alemanes.
Con el Mercado Común se pretendía que no hubiera más enfrentamientos entre europeos y ahora vemos como unos ciudadanos (sin analizar los mitos) empiezan a maldecir a otros.

Así que, los europeos del sur, deberíamos preguntar enérgicamente a la canciller Merkel, si está previsto en la Unión Europea, que seamos todos iguales, o no? O dicho en otras palabras, es la Unión Europea un marco de privilegio para Alemania?

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