viernes, 23 de diciembre de 2011

Bloc de Lletres



Ser una misma o ser como los demás

Alguien escribió en una pared: “Todos nacemos como un original, pero la mayoría morimos como copia”. Es obvio, que se estaba refiriendo a la poca valentía que tenemos muchas personas para ser una misma.

Esto de ser yo misma y aunque no parezca tan evidente, es una de las tareas más difíciles del mundo. No exagero, si confieso haber sufrido controversias, críticas, ataques e incomprensión, por querer avanzar para salirme del rebaño.
También me parece indudable, que nunca fui tan infeliz como cuando dejé de ser yo, debido a que tenía que ser, lo que otros esperaban que fuera.
Esta lección ya la estudié, llegando a la conclusión, de que el querer ser una misma en nuestra sociedad, es algo que tiene sus consecuencias.

De vez en cuando, me cruzo con personas que demuestran tener verdadera obsesión por juzgar lo que hago o lo que dejo de hacer, de las dos tendencias hay abundantes expertos. Lo normal en estos expertos, es que a sus juicios añadan etiquetas que te van pegando en la espalda, sólo para decirme que estoy loca, es decir, que soy distinta en mis hábitos, para que nos entendamos.

Cada vez que tengo enfrente a uno de estos juzgadores que manifiesta sus sentencias poniéndome etiquetas, me da por pensar que quizás tengamos demasiados jueces, que ejercen sin haber sido nombrados para el cargo. De algunas de estas personas conozco sus hechos y maneras, de forma que seguramente callados, evitarían dar pié a poderles recordar su dudosa moralidad.
Lo dicho, algunos son realmente especialistas en ver una paja en ojo ajeno, pero incapaces de ver la viga en el suyo propio. Siempre he tenido por cierto, que la ceguera para con la viga propia, no suele acompañar a la moralidad.

Creo que hay que estar muy hastiado, para andar continuamente tan pendiente de lo que hacen los demás. El aburrimiento es mala cosa y genera elucubraciones mentales negativas. Otra cosa es, cuando personas amigas me hacen comentarios desde la amistad y con respeto. La diferencia es notable.
Yo también entiendo, que respetar es aceptar al otro tal y como es, lo cual se dice pronto, aún siendo una lección profunda a aprender.

Cristina

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