viernes, 4 de noviembre de 2011

El Confidente



Derecho a discrepar, pero con obligación de acatar

A finales de agosto, el ministro de Finanzas alemán W.Schauble, ya hizo unas declaraciones al rotativo “Bild”, diciendo que tenía a un equipo de su departamento trabajando en el proyecto de un ministro de Finanzas Europeo, con la dura tarea que ello acarrea, en el convencimiento a los grupos parlamentarios de la UE, una tarea de convencer que empieza por su propio partido. Schauble resumió su idea: “Como respuesta a la crisis financiera son necesarias más reformas en el seno de la Unión y por ello hace falta obviamente, un nuevo Tratado de la UE”.

Schauble admitía no obstante, las posibles dificultades y obstáculos que supondría el hecho de abrir los Tratados, dado que ello en el fondo supone, una mayor transferencia de poderes en política económica y financiera a Bruselas, aquí “Bild” recordaba, el fracaso de las consultas populares que impidieron avanzar en una Constitución Europea.
Schauble comentó que entre los obstáculos estaban: que aún hay países que no aceptan limitaciones a la soberanía nacional, hay diferencias impositivas, así como diferencias entre el impuesto sobre la renta y sociedades, pero añadía: “Créanme son problemas solucionables”. Claro que son solucionables, si un país miembro está agobiado por la deuda y Alemania tiene que ayudarle, los germanos impondrán sus condiciones; el problema puede surgir con los países que no están endeudados.

La idea de Schauble que era nítida y clara ya en agosto, ha quedado ahora corroborada y ampliada por Merkel, anunciando el programa europeo de la CDU para gobernar la UE, siempre en pro de una mayor integración. El primer paso sería: la creación de un Fondo Monetario Europeo, elecciones directas para la presidencia de la Comisión Europea, no a los Eurobonos, modificar el Tratado de Lisboa para introducir sanciones a miembros incumplidores fiscales. Si todo ello fuera aceptado por los veintisiete países miembros, derivaría sin remedio en un verdadero gobierno económico europeo

Todas estas medidas deberán ser aprobadas en la asamblea nacional de la CDU germana, a celebrar este mes en Leipzig.
Insisto, que la única dificultad que tiene la CDU para imponer sus tesis, son los países sin deuda a rescatar; los endeudados sólo tenemos derecho a discrepar, pero a sabiendas de que debemos acatar después.
Muchos habrá, que expondrán innumerables razonamientos soberanistas como decía Schauble, aunque en algunos casos y ante la imperiosa necesidad económica, los soberanismos pueden quedar eclipsados con objeto de no dinamitar la UE, lo cual provocaría el hundimiento económico de estos países en dificultades. En este momento, Grecia con su propuesta de posible referéndum decisorio sobre aceptación del rescate, ejemplifica las resistencias soberanistas.

La seriedad reflejada los rostros de todos los mandatarios (incluido Obama) reunidos ayer en Cannes era muy explícita. No hay para menos, pues la propuesta griega de referéndum, se puede comparar a un infractor de tráfico, que arranca el coche y sale huyendo con rapidez, cuando la policía le estaba poniendo una multa por exceso de velocidad.

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