viernes, 14 de octubre de 2011

El Confidente



Unas rebajas muy antipáticas

La OCU acaba de publicar, que los españoles vamos a gastar este año 400 euros menos en la cesta de la compra con respecto al año pasado, achacando las causas a la crisis, la congelación en pensiones, el recorte de sueldos a funcionarios y la finalización de muchas prestaciones por desempleo.

Este menor gasto anual en la cesta de la compra, desde luego no es casual y puede ser muy sintomático, en el sentido de predecir un poco qué futuro nos espera.
Está claro que la clase política gobernante ha ejercido a modo de “manirroto sin fronteras”, contrayendo una deuda aberrante, que tendremos que pagar obligadamente entre todos. Una deuda (más sus intereses) que forzosamente deberemos detraer de alguna fuente de ingresos. Subir el IVA, congelar las pensiones, rebajar el sueldo a funcionarios y dar por agotadas las prestaciones por desempleo más antiguas, ha sido la primera medida; lo cierto es que estamos aplicando ya, medidas de país rescatado por la UE, aunque no son suficientes, pues nuestro país está todavía entre los estados “oficialmente rescatables”.

Con todo ello, se habrán acabado algunas leyendas urbanas: si no tienes un coche caro no eres nada, no cambiar de coche cada tres años y de piso cada cinco, es mal síntoma, si no vas asiduamente a un gimnasio de élite y una vez al mes a un casino de Las Vegas, no estás entre los mejores, si no vas a cenar de buen restaurante cada sábado, es que no has triunfado en la vida, si no tienes treinta camisas en el armario no tienes clase, si no vas de vacaciones cada año a Estados Unidos, no tienes caché, si no vas a esquiar cada año a una estación cara, no estás en órbita, etc. Estos tópicos insensatos están siendo barridos ahora por la realidad, cuando muchos de sus promotores o seguidores, están ahora agobiados buscando empleo.

Soy consciente de lo arriesgado que es el oficio de profeta, pero el panorama podría ser algo así: podríamos ver como persisten las congelaciones de pensiones y todo tipo de prestaciones (si es que no hay más reducciones), puede que veamos como continúan los recortes salariales en todos los ámbitos laborales (un ahorro laboral, que podría cobrar el Estado, en forma de incremento en impuestos empresariales), todo ello acompañado como no, por una subida generalizada de impuestos para los ciudadanos, no así para las empresas, puesto que los políticos no se atreven con ellas.

Un recorte en nuestro poder adquisitivo, que forzosamente a su vez, debe abocar a una bajada de precios, condicionada a la subsistencia de la actividad comercial.
Realmente parece un sinsentido, que el país demande un crecimiento económico, cuando nos enfrentamos precisamente a un recorte forzoso en la economía. Se trata de un enigma que seguramente tardaremos tiempo en comprender, si es que se demuestra posible.


Incluso podría ser, que en la Europa del euro, llegaran a coexistir dos tipos de países: los pobres, cuyos ciudadanos tendrían un bajo poder adquisitivo, entre los que estarían España, Portugal, Irlanda, Grecia o Italia y el resto de países ricos, que no cayeron en tantos excesos económicos; la Europa de dos velocidades no es ciencia ficción sino una posibilidad real.

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