viernes, 7 de octubre de 2011
Col·laboradors
La Onda Verde
En la fila del supermercado, la cajera le dijo a una señora mayor que debería traer su propia bolsa de compras, ya que las bolsas plásticas no eran buenas para el medio ambiente.
La señora se disculpó explicando: "Es que en mis tiempos no había esta onda verde."
La cajera contestó: "Ése es nuestro problema ahora. Su generación no tuvo suficiente cuidado para preservar el medio ambiente."
Cuando llegó a casa se lo explicó a su marido, quien admitió que su generación no tenía esa onda verde en sus tiempos, con un largo comentario adjunto:
“En aquel entonces, las botellas de leche, las botellas de gaseosas y las de cerveza se devolvían a la tienda. La tienda las enviaba de nuevo a la planta para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que podían usas las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente se reciclaban.
Subíamos las gradas, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio y oficina. Caminábamos al almacén en lugar de montar en nuestro vehículo de 300 caballos de fuerza cada vez que necesitábamos recorrer dos manzanas.
Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no había desechables.
Secábamos la ropa en tendederos, no en esas máquinas consumidoras de energía que sacuden 1000 vatios. La energía solar y eólica secaban verdaderamente nuestra ropa. Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos.
En ese entonces teníamos una televisión, o radio en la casa; no un televisor en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo, no una pantalla del tamaño de un estadio.
En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hicieran por nosotros.
Cuando embalábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no plastoformos o bolitas plásticas.
En esos tiempos no usábamos un motor y quemábamos gasolina para cortar el pasto. Usábamos una segadora que funcionaba a músculo. Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre pistas mecánicas que funcionan con electricidad.
Bebíamos de una fuente de la calle cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas plásticas.
Recargábamos las plumas con tinta, en lugar de comprar una nueva y cambiábamos las hojillas de afeitar, en vez de echar a la basura toda la afeitadora porque la hoja había perdido su filo.
En aquellos tiempos, la gente usaba el tranvía o autobús y los chicos iban caminando a la escuela, en lugar de usar a mamá como un servicio de taxi de 24 horas.
Teníamos un enchufe en cada habitación, no un banco de enchufes para alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales de satélites, a kilómetros de distancia en el espacio, para encontrar la panadería (ahora pizzería) más próxima.
Tiene razón, nuestra generación no tenía esa onda verde en esos tiempos.
Así que, ¿No les parece lamentable que la actual generación esté lamentándose, de cuán botarates éramos los viejos, por no tener esta onda verde en nuestros tiempos?”
Etiquetas: laondaverde
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