lunes, 12 de septiembre de 2011

El Confidente



Que nadie se engañe: entre todos pagaremos el FROB

La burbuja inmobiliaria estalló con fuerza cinco años atrás; en mayo de 2007 apareció en los medios económicos una noticia preocupante: España dejaba de importar cemento de China, lo cual indicaba que nuestro país precisaba menos cemento, luego la construcción se estaba desacelerando, y esto en un escenario con precios de mercado desorbitados sólo podía tener una lectura sensata: el estallido de la burbuja entraba en escena.

La burbuja reventó en una situación de fuerte especulación inmobiliaria, aunque también bancaria; la banca se había endeudado hasta límites insospechados, para conseguir financiación con que otorgar, más y más créditos hipotecarios a un tipo de interés barato. La consecuencia actual de este apalancamiento inmobiliario, motivado por las avarientas exigencias de resultados incrementales en beneficios, que imponían las directivas bancarias, lo cual sólo era posible obtener, con el total abandono de la correcta ortodoxia operacional, cayendo en malas prácticas bancarias.
La consecuencia es que el valor de mercado, en los activos inmobiliarios especulativos apalancados, en cinco años se han visto reducidos a la mitad y aún así no consiguen venderse.

En EEUU, la agencia estatal que supervisa el mercado hipotecario está preparando una demanda contra doce bancos, bajo la acusación de tergiversar datos en la concesión de hipotecas, calificadas como “basura”. Sin embargo, este no es el caso de nuestro país, donde además de no perseguir a quienes propiciaron semejante disparate, se está procediendo a tapar el agujero hipotecario bancario mediante dinero público.
El invento zapatero del FROB, no es sino dinero de todos para sanear rescates bancarios con la excusa de que los impositores de una entidad bancaria no sufran en sus depósitos, a causa de las malas prácticas de la directiva de la entidad. Sirva como ejemplo actual el rescate de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, CAM, la caja alicantina quebrada (como otras), donde el Banco de España va a inyectar 2.800 millones, a los que hay que sumar al agujero hipotecario (3.000 millones) o Esquema de Protección de Activos (como lo llaman con disimulo). Estos 6.000 millones (que pueden ser algo más), son los que un futuro comprador de la CAM, debería abonar al Estado. Esta es la teoría del FROB. Sin embargo, es vox populi en el sector bancario, que ninguna entidad va a pagar esta cantidad por la CAM.

Por tanto el FROB (BdE) tendrá que quedarse la caja y luego tendrá (la historia en rescates de los años 80 en estos casos es contundente), que casi regalarla a alguna entidad, con lo cual los paganos de este agujero (6.000 millones) seremos todos, mientras su ex presidente, Modesto Crespo y su Consejo de Administración, siguen tan felices y contentos, esperando disfrutar de sus buenos sueldos conseguidos en todos estos años con unas malas prácticas especulativas bancarias, que han dejado en la cuneta a muchos ciudadanos de este país. Una historia que se repetirá con otras Cajas.
Estos ejecutivos pueden estar tranquilos, por qué en España no se les demandará, claro que si se hiciera, en primer lugar habría que demandar al gobernador del BdE, Fernández Ordóñez, por mirar para otro lado, incumpliendo su labor de supervisor bancario.
De momento, lo único seguro, es que entre todos pagaremos el “Fondo de Rescate Oscuro Bancario”.

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