martes, 31 de mayo de 2011

El Confidente



Hace falta una Unión Europea total

No sabemos qué acabará diciendo la historia sobre la actual Unión Europea, pero podría ser algo así: fue un proyecto para intentar unificar Europa con las mejores intenciones, pero tuvo grandes dificultades debido a fallos de diseño basados en la falta de control.

Resulta un tanto extraño, que dirigentes europeos padres del actual proyecto de la UE, no tuvieran en cuenta la necesidad de implementar unos mecanismos previos de control serios y eficaces, que evitaran la tentación pícara, en la que algunos han acabado cayendo, incumpliendo los parámetros macroeconómicos fijados por común acuerdo, permitiendo políticas productivas limitadas a un solo sector económico, ocultando elevadas tasas de deuda real institucional, aplicando con fraude ayudas económicas europeas, etc.

El resultado a toda esta falta de control no ha podido ser más evidente; Grecia, Irlanda y Portugal han tenidos que ser rescatadas oficialmente por la UE y España está al caer según parece.

Los ajustes económicos impuestos a Grecia son tan duros que ya no puede ni devolver los intereses. Pero es que Irlanda y Portugal pueden acabar igual si no se hace una reestructuración de la deuda; ocurre que ello significa una quita, pero Francia, Alemania y Austria no parecen consentirlo, pues son los países que tienen comprada más deuda griega e irlandesa. Quizás sería conveniente considerar el histórico Plan Marshall y ofrecer ayudas a países quebrados, condicionadas a un plan de saneamiento y recuperación económica realista, ampliando plazos, pero rígidamente vigilada e intervenida por la UE.

Pueden ocurrir muchas cosas y todas las tesis están abiertas, pero si Alemania opta por partir en dos la eurozona, quedando en una los países con solidez económica y en la otra los países quebrados, puede ocurrir que el euro de la zona rica se revalorice tanto, que les sea muy difícil exportar a países terceros.

Alemania, Francia, Austria y Países Bajos, países ricos del grupo, despiertan cada mañana con nuevas tesis para solucionar el descalabro de la UE en tanto que unión económica, pero no consiguen consensuar sus propuestas. Lo que podría dar resultado a largo plazo, es un estricto control europeo de todas las instituciones de la zona (expulsando al que no lo acepte), así como la imposición de una absoluta seriedad, disciplina y rigurosidad presupuestaria de cada país.

Por otra parte, parece que si tenemos que compartir un proyecto europeo, este ha de ser total, es decir desde la total unificación económica pero también desde la total unificación política. Y si ello comporta orillar singularidades que colisionen con el proyecto, pues deberán quedar para la historia. Lo que no puede continuar, es un proyecto de Unión Europea donde se empezó la casa por el tejado y cuyas consecuencias negativas las están pagando ahora millones de familias. Si los ciudadanos de los 27 no aceptan una Unión Europea real, mejor retroceder y volver a la Europa-concepto de los países independientes que teníamos en el año 2000.

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