viernes, 4 de marzo de 2011

Opinió


Vaya cara tienen algunos
   
Hace poco que el ministro alemán de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, dimitió por plagiar su tesis doctoral. Bueno, esto en principio no es ningún crimen y quizás tampoco sea ningún delito, pero sí es un resbalón ético que no debía haberse producido; es decir, se podría pensar que gracias a su doctorado, la canciller Merkel, o su partido, la CDU, lo pudo elegir para ir en los primeros puestos de la lista electoral o votarle para el cargo de Ministro, en detrimento de otros que no habían conseguido el doctorado, pero que tampoco habían plagiado para conseguirlo.
Todo esto es una hipótesis, pero puede que muchos de ustedes también lo hayan pensado?

A raíz de ciertos escándalos-corruptelas que tuvimos hace unos años, intenté comentarlo un poco con unos vecinos alemanes; al verme un tanto confuso me animaron: “No se preocupe, en Alemania también hay corruptos. Lo que hay que hacer, es echarlos”. Es decir, que en Alemania en cuanto se descubre a alguien en cargo público (pagado con dinero público) en medio de una corruptela, le falta tiempo para dimitir. ¡Vaya, pues parece que tenemos algunas diferencias con los alemanes! Aquí, es que cuando se descubre una corruptela el autor empieza a negarlo todo, y no quiere irse ni con agua hirviendo.
Hace unos días, la Ministra de Asuntos Exteriores francesa, ha tenido que dimitir por haber aceptado unas vacaciones gratis en Túnez, a cargo de un empresario amigo del huido Ben Alí.
Casi admiro a Antonio Asunción, quien siendo ministro, dimitió en el momento que se supo, se le había escapado Roldan. El resto de casos que han sabido, para que dimitan ha hecho falta una gran campaña mediática, con cruce de acusaciones, ¡Y tú más! Empujones, etc.

Pero, han reparado ustedes, que en las próximas elecciones del 22 de mayo, tanto PSOE como PP llevan en las listas, candidatos con sospechas e incluso imputados? Pasa que España no es Alemania; no se parece ni en los vasos de cerveza que te sirven en los bares.
¿Recuerdan aquel eslogan del “España es diferente”? Pues eso parece ser cierto, pero entre todos podemos cambiarlo, hay que alemanizar la política patria; anímese y vote el 22 de mayo, pero no a listas con presuntos o no tan presuntos choris.
Bueno, puestos a igualar, espero que el vaso de cerveza español se iguale también con el alemán; por pedir que no quede.

Mijail

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