jueves, 17 de febrero de 2011

El Confidente



Convulsión social en los países árabes

El norte de África está convulsionado como no lo estaba desde hace unos ochenta años. Los países que hasta hace un mes, se nos presentaban como un remanso de paz, han salido de su letargo medieval para intentar dar un paso a la modernidad. No se trata de que en estos países se implanten las últimas tecnologías, sino de que cambie el modelo social, lo cual será un empeño algo más difícil. Que los sultanes autoricen inventos modernos en sus países es una cosa, pero admitir perder sus poderes plenipotenciarios, mezcla de religión, medievalismo y totalitarismo, esto les cuesta más admitirlo.

La caída de Ben Alí en Túnez, fue el catalizador que todos esperaban, pero cualquier otro hubiera servido; en mi opinión, la muerte de un vendedor ambulante que se suicidó a lo bonzo en Túnez, no estaba previsto que fuera el desencadenante concreto y necesario.
Un conocido árabe, residente en España, me comentó este verano haber estado en Egipto, añadiendo “creo que allí están preparando algo”; una confidencia a la que no di importancia y sólo se la he dado, cuando luego he visto asombrado, como este “algo” en cinco meses ha estallado.

El predecesor de Mubarak, Nasser, fue derrotado militarmente por lsrael y decidió abandonar su alianza con los rusos, para tener un pacto con Estados Unidos. Nasser primero y Mubarak después, han sido unos fieles aliados de los distintos gobiernos norteamericanos, a cambio de que les mantuvieran en el sultanato, además de la ayuda económica norteamericana; anualmente EEUU les otorga una ayuda de unos 1.500 millones de dólares, de los cuales 300 lo son en ayuda económica pura, siendo el resto en material militar. Esto contrasta, con otra ayuda anual de 25 millones de dólares que EEUU entrega a los grupos opositores a Mubarak para que se organicen. Como de costumbre EEUU apuesta a todas las cartas.

Lo que ocurre últimamente, es que países de la zona amigos de EEUU, como Jordania, Arabia Saudí y Marruecos (con similar tratamiento a Egipto), están ahora enfurecidos con Obama por haber declarado públicamente, posicionarse al lado de los insurgentes, concretamente al lado de las nuevas generaciones que piden un cambio social y mayor libertad en una zona del mundo, donde sólo Israel funciona como sistema democrático.
Aquí habría que tener en cuenta una situación anterior para comprender la revuelta egipcia; desde hace tiempo, Mubarak es un enfermo terminal y tenía previsto abdicar en su hijo (al igual como lo hizo el anterior rey de Marruecos), decisión a la que se oponía Obama, quien le pidió buscar un sustituto, el rais persistió en su empeño y a Obama se le acabó la paciencia. Esta es la versión que repiten analistas internacionales.


Obama acaba de alentar a los ciudadanos de Libia, a que sean tan valientes como los de Egipto; sí, pero han tenido 364 muertos. Por tanto, no podemos asegurar que detrás de la revuelta egipcia esté EEUU, pero no ha hecho nada por impedirla y cada cual es libre de pensar lo que quiera.
No obstante, el incendio de libertad en Túnez y ahora en Egipto, está amenazando con prender en otros países como Yemen, Jordania, Argelia, Arabia Saudita, Marruecos, Bahréin, Irán o Libia. Unos países que no tienen en este momento, un problema sucesorio de sultanato, pero sí tienen en común con los países levantados, la miseria, un sistema social medieval sin futuro y un absolutismo aberrante. Puede que la delicada situación se reconduzca y que las chispas que vemos ahora, no acaben declarando un incendio general de libertad en toda la zona. De todas formas, parecen estar claras dos cosas: que la paz se mantenía en estos países a base del miedo y que el norte de África tiene ahora un gran problema, al igual que lo tienen EEUU e Israel.

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