miércoles, 17 de noviembre de 2010
Col·laboradors
El trastorno afectivo estacional
En psiquiatría se relacionan varios tipos de alteraciones mentales, asociados con los síntomas clásicos de una depresión, una de ellas es el denominado trastorno afectivo estacional (TAE), que suelen aparecer en algunas personas asociado al comienzo del invierno y que suelen mejorar cuando llega la primavera.
Esta ansiedad estacional puede ir acompañada de dos alteraciones paralelas: la obesidad por ansia en ingesta de hidratos de carbono y el síndrome premenstrual en algunas mujeres. Los síntomas que comparten estas situaciones incluyen la depresión, la letargía y la incapacidad de concentrarse, combinado con ataques episódicos de sobrealimentación y por tanto, con el consecuente aumento de peso; estos acostumbran a ser cíclicos, coincidiendo en determinados momentos del día.
Según diferentes estudios sobre estas incidencias de la conducta, estas alteraciones vienen producidas por trastornos bioquímicos que se producen en dos sistemas biológicos distintos: de una parte la melatonina, hormona que condiciona el ánimo, de otra parte la serotonina, un neurotransmisor que regula por ejemplo, la apetencia de una persona hacia los alimentos ricos en hidratos de carbono. La fotoperiocidad o ciclo diario de luz y oscuridad solar, influye en ambos sistemas.
Los pacientes indican que cuando sufren ataques episódicos de depresión vienen combinados con un ansia por consumir alimentos ricos en hidratos de carbono; se acuestan pronto y son capaces de dormir nueve o diez horas, a diferencia de los pacientes con depresión no estacional, que tienen muchas dificultades para dormir.
Con la llegada de la primavera, los enfermos de TAE se muestran llenos de energía y creatividad, a la vez que disminuye su apetencia por hidratos de carbono hasta el punto que la mayoría de ellos pierden peso que ganaron en invierno.
Nadie puede asegurar que los síntomas del TAE carezcan de trascendencia. Los períodos prolongados de depresión profunda y de irritabilidad, pueden comprometer gravemente la capacidad de una persona para mantener su nivel normal de relación personal.
La terapia basada en la exposición a luz artificial intensa durante unos 30 minutos al día, suele dar buenos resultados al estimular la producción de melatonina.
En psiquiatría se relacionan varios tipos de alteraciones mentales, asociados con los síntomas clásicos de una depresión, una de ellas es el denominado trastorno afectivo estacional (TAE), que suelen aparecer en algunas personas asociado al comienzo del invierno y que suelen mejorar cuando llega la primavera.
Esta ansiedad estacional puede ir acompañada de dos alteraciones paralelas: la obesidad por ansia en ingesta de hidratos de carbono y el síndrome premenstrual en algunas mujeres. Los síntomas que comparten estas situaciones incluyen la depresión, la letargía y la incapacidad de concentrarse, combinado con ataques episódicos de sobrealimentación y por tanto, con el consecuente aumento de peso; estos acostumbran a ser cíclicos, coincidiendo en determinados momentos del día.
Según diferentes estudios sobre estas incidencias de la conducta, estas alteraciones vienen producidas por trastornos bioquímicos que se producen en dos sistemas biológicos distintos: de una parte la melatonina, hormona que condiciona el ánimo, de otra parte la serotonina, un neurotransmisor que regula por ejemplo, la apetencia de una persona hacia los alimentos ricos en hidratos de carbono. La fotoperiocidad o ciclo diario de luz y oscuridad solar, influye en ambos sistemas.
Los pacientes indican que cuando sufren ataques episódicos de depresión vienen combinados con un ansia por consumir alimentos ricos en hidratos de carbono; se acuestan pronto y son capaces de dormir nueve o diez horas, a diferencia de los pacientes con depresión no estacional, que tienen muchas dificultades para dormir.
Con la llegada de la primavera, los enfermos de TAE se muestran llenos de energía y creatividad, a la vez que disminuye su apetencia por hidratos de carbono hasta el punto que la mayoría de ellos pierden peso que ganaron en invierno.
Nadie puede asegurar que los síntomas del TAE carezcan de trascendencia. Los períodos prolongados de depresión profunda y de irritabilidad, pueden comprometer gravemente la capacidad de una persona para mantener su nivel normal de relación personal.
La terapia basada en la exposición a luz artificial intensa durante unos 30 minutos al día, suele dar buenos resultados al estimular la producción de melatonina.
Etiquetas: eltransafectestac
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