viernes, 15 de octubre de 2010

A día de hoy

"Tea Party" o la fuerza de la unión ciudadana



Últimamente desde EEUU se ha dado en llamar “Tea Party”, a la opinión colectiva coincidente que cristaliza en un movimiento ciudadano y que ahora usa la derecha republicana, en contra de más subidas de impuestos del gobierno Obama, que luego van a parar en ayudas a la banca. Ideologías aparte, vendría a ser algo así como una plataforma para contradecir la decisión de un gobernante, con clara intención de arrastre a todo un país.
Ahora aparece en Baden Württemberg (suroeste), una de las regiones históricamente más prósperas de Alemania, donde un “Tea Party” amenaza con poner fin a cincuenta años de gobierno democristiano en la región. Se dice que los ciudadanos de esa región parten de la convicción, de que si Angela Merkel pierde la mayoría en las elecciones regionales de esa zona el 27 de marzo, perderá también el liderazgo de su partido.

Teniendo en cuentas las protestas, el gobierno regional ha decidido de momento, una moratoria en la construcción de una estación ferroviaria en la capital, Stuttgart, donde dos tercios de los ciudadanos están en contra del proyecto (en la región un 45%), que supone derribar un antiguo edificio catalogado, para construir la estación subterránea en el mismo lugar que ocupa con un presupuesto de 4.100 millones de euros, con lo cual quedaría encima una gran superficie destinada a proyectos inmobiliarios en el centro de la ciudad. Una particularidad que los componentes de la plataforma opositora ven como una posibilidad de negocio corrupto entre políticos y empresarios. Desde hace tiempo, la protesta se materializa cada lunes con convocatorias que movilizan a unas 100.000 personas.

El movimiento opositor ciudadano de Stuttgart, en pie desde hace varios meses, sigue creciendo y sumando más seguidores, denunciando sin miedo tanto su rechazo al proyecto de soterrar la estación, como una rebelión contra una determinada forma de hacer política, tal como la que hizo posible aprobar este proyecto en contra de la opinión mayoritaria de los ciudadanos. En su opinión, “se trata de una rebelión contra las falsas leyes de la globalización, pero sobre todo, contra el poco respeto que los políticos demuestran tener a los ciudadanos”.

Muchos componentes de la plataforma dudan del futuro político de Angela Merkel, si no se rescinde por completo el proyecto de soterrar la estación en Stuttgart, pero también, si no cambia el modus operandi y decide tener en cuenta la opinión ciudadana en su labor de gobierno. Quizás sea un síntoma de que está apareciendo un nuevo movimiento ciudadano en Alemania, que puede llegar a contagiar los demás países europeos.

Etiquetas:






<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]