sábado, 18 de septiembre de 2010

Col·laboradors



¿Por qué el agua se ve azul?

El agua es un elemento esencial para la vida, un liquido incoloro, pero que parece azul cuando se acumula en grandes cantidades.

En ocasiones hemos oído decir que es porque refleja el color del cielo, en otras ocasiones se nos ha dicho que es por un efecto óptico debido a la dispersión de la luz producida por las impurezas que contiene, pero pocos habrán dicho que se debe a la presencia de compuestos del ión cúprico.

Pero, qué importancia tiene preguntarse por el color del agua? La tiene y mucha. La ausencia de una respuesta clara, directa y comprobada es el típico ejemplo de la falta de mentalidad científica imperante en nuestra sociedad, incluida, paradójicamente, la propia comunidad científica. Se adivina fácilmente, que la respuesta del ión cúprico no la da el ciudadano medio.
El quid de la mentalidad científica es la curiosidad. El científico, y no me refiero sólo al científico profesional, ha de ser una persona curiosa, pero no con una curiosidad cualquiera, sino inquisitiva y crítica, que no acepta fácilmente la primera respuesta que se le da. El verdadero científico comprueba, no sólo mediante observaciones o experimentos sino también con búsquedas bibliográficas, que lo que se afirma es cierto. Y este cuestionamiento debe ser permanente.

Esta falta de rigor es aún más grave en los científicos profesionales. Este abandono del sentido común, la alta especialización, en muchos casos analfabeta de todo lo que no sea su campo, es lo que hace que preguntas tan sencillas como ¿Por qué el agua es azul?, se sigan contestando con lo primero que viene a la cabeza tanto por científicos como por el ciudadano de a pie, y en algunos casos, que estas respuestas peregrinas se incluyan en los libros de texto.

Lo cierto científicamente hablando, es que el agua es azul, ¡atención!, ¡porque es azul! El agua debe su azul intrínseco, a la absorción selectiva de la parte roja del espectro visible de la luz. Se trata de uno de los pocos ejemplos, si no el único, en el que la coloración de una sustancia no artificial, se debe a transiciones vibracionales de la molécula. En el resto de los casos el color se produce por interacciones entre los fotones y los electrones de las moléculas.

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